Al-lah, Altísimo y Glorificado sea, Estableció varias formas de adoración para Sus siervos en las que ellos pueden entregarse con su corazón y sentidos enteramente para adorarlo únicamente a Él como se debe. Una de las más grandes formas de adoración con las que se logra este propósito es aquella Sunnah en la que el creyente intima con su Creador y se desprende de todo lo mundanal, para purificar su ser y de esta manera convertirse en una persona sometida completamente a la voluntad de Al-lah. Esta Sunnah nunca fue dejada por el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, durante su vida, nos referimos al I’tikaf (retiro en la mezquita). Abu Hurairah, que Al-lah Esté complacido con él, dijo: “El Enviado de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, hacía el I’tikaf diez días durante Ramadán. El último año de su vida se retiró en la mezquita 20 días”. [Bujari]

El Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, no descuidó durante su vida esta práctica, por más que estuviera ocupado con la divulgación del mensaje, la educación de sus Sahabah (discípulos) y la administración y defensa del Estado Islámico. De esta manera, trazó el camino que siguieron sus sucesores en la búsqueda del desprendimiento de todo lo mundanal para entregarse a la adoración de Al-lah, sin importar cuales fueran sus responsabilidades y ocupaciones, mismas que nunca descuidaron y cumplieron a cabalidad. Sin lugar a dudas, el I’tikaf fue establecido por varias razones, como:

·         Incrementar el lazo de fe del siervo con su Señor, permitiéndole purificar su ser y fortalecerlo para que se mantenga firme ante las tentaciones y para que pueda ayudar a los demás a superar esas trampas. 

·         Es una gran oportunidad que se le da a toda persona que esté interesada en la búsqueda del conocimiento para más adelante dedicarse a enseñarles a los demás lo que aprendieron. Porque por medio de la puesta en práctica de esta forma de adoración va a interiorizar todo lo que aprendió, y de esta manera no será como aquellos que enseñan y se olvidan de aplicar lo que predican. 

Abu Hurairah, que Al-lah Esté complacido con él, relató que el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Quien enseña a la gente un bien, pero se olvida de aplicarlo él mismo, es como la mecha de una lámpara, alumbra todo lo que está a su alrededor, pero al mismo tiempo se consume y se quema”. [Sahih Al Yami’u] 

·     Igualmente, es una gran ocasión que debe ser aprovechada por todos los educadores, sean padres de familia, maestros o Da’iah (quien llama al Islam); esto porque, además de dedicarse con sus educandos a adorar a Al-lah en esta obra, se están elevando juntos a los más altos niveles en todo lo que tiene que ver con la fe y purificación del alma.

Estos son tan sólo unos cuantos de los grandes beneficios que encierra esta forma de adoración tan especial, y esperamos que la gente que reflexiona y preste atención a las exhortaciones y amonestaciones, para que de esta forma puedan mejor y ayudar a nuestra juventud a que despierten del letargo en el que se encuentran, y a que se encaminen lejos de todo desvío y perdición. 

El I’tikaf educa a la persona para que siga las enseñanzas de los Salaf (Parte 2)

El I’tikaf educa a la persona para que siga las enseñanzas de los Salaf (Parte 3)

El I’tikaf educa a la persona para que siga las enseñanzas de los Salaf (Parte 4)