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La vida de casados, entre la extravagancia y la tacañería

La vida de casados, entre la extravagancia y la tacaٌerيa

A continuación mostraremos algunas frases escuchadas a menudo de un esposo respecto al otro: “Mi esposo es tacaño”; “mi esposo no me compra lo que necesito”; “mi esposo da dinero para su familia, pero no me da nada para mí”; “mi esposa exagera en sus gastos”; “mi esposa no se preocupa por ahorrar, no le importa cuán duro yo trabajo”; “mi esposa pide demasiadas cosas”…etc., etc.
Es difícil encontrar un hogar sin esta clase de problemas; el esposo acusa a su esposa de exagerar en sus gastos, y ella lo acusa de ser tacaño; esto lleva a peleas y perturba la vida de casados, y puede, en algunos casos, llevar al divorcio y la completa destrucción de la estructura familiar.
Este problema, en todos los casos, ocurre debido a la falta de entendimiento de los derechos que cada esposo tiene sobre el otro. Uno de los más grandes derechos de la esposa sobre su esposo es que él debe proveer para ella, y sus gastos y provisión para ella es considerado, desde el punto de vista islámico, como una de las mejores formas en que él puede gastar en la caridad; esto incluye la comida, la bebida, la ropa, la vivienda, y todo lo que una esposa puede necesitar para mantenerla saludable y que lleve una vida normal.
Al-lah nos informa que el deber del hombre es proveer para su esposa, y ésta es una de las razones por las que el hombre ha sido hecho superior a la mujer, como Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Los hombres están a cargo de las mujeres debido a la preferencia que Al-lah ha tenido con ellos, y deben mantenerlas con sus bienes…} [Corán 4:34]
Existen muchas narraciones en la Sunnah que prueban la obligación que tiene el hombre de proveer para su esposa, sus hijos y quienquiera que viva bajo su custodia, como vemos en los siguientes relatos:
• Yabir Ibn ‘Abdullah, que Al-lah Esté complacido con él, narró que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo en su peregrinación de despedida: “Teman a Al-lah y traten a las mujeres con benevolencia, ellas son como cautivos en vuestras manos. Ellas les han sido confiadas y puedes disfrutar de ellas basados en el contrato que han establecido. Su derecho sobre ustedes es que ustedes deben tratarlas bien en cuanto al alimento y la vestimenta”. [Muslim]
• ‘Amer Ibn Al Ahwas Al Yushami, que Al-lah Esté complacido con él, relató que escuchó decir al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, en su peregrinación de despedida, después de alabar y glorificar a Al-lah y exhortar a las personas: “Teman a Al-lah y traten a las mujeres con benevolencia, ellas son como cautivos en vuestras manos. Si ellas se tornan rebeldes en su conducta, entonces no compartan la cama con ellas y golpéenlas levemente; pero si ellas retornan a la obediencia, ustedes no deben recurrir a nada más en contra de ellas. Ustedes tienen derechos sobre vuestras esposas y ellas tienen derechos sobre ustedes. Vuestro derecho es que ellas no deben permitir a nadie que os desagrade entrar en vuestras casas; el derecho de ellas es que ustedes deben tratarlas en buena manera en materia de alimentación y vestimenta”. [At-Tirmidhi]
• Mu’awiah Ibn Haidah, que Al-lah Esté complacido con él, reportó lo siguiente: “Le pregunté al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam: ¿Qué derecho tiene toda esposa de su esposo? Él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, respondió: ‘Aliméntala cuando tú comas, vístela como tú te vistas, no la golpees en el rostro, y no la insultes ni te separes de ella excepto dentro de la casa”. [Abu Dawud] El Imam Al Jatabi, que Al-la le Dé Su perdón, dijo: “Esto comprueba la obligación de gastar en las esposas y proveerles la vestimenta; pero debe ser de acuerdo a las posibilidades del esposo. El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, hizo de esto algo obligatorio, ya sea que el esposo esté presente o esté de viaje; y si cuando está de viaje no puede cumplir con esta responsabilidad, ella permanece como una deuda para él, la cual debe pagar cuando regrese”.
• Wahb, que Al-lah le Dé Su perdón, dijo: “Uno de los criados de Abdullah Ibn ‘Umar, que Al-lah Esté complacido con él, dijo: ‘Planeo quedarme aquí en Jerusalén por un mes’. Entonces, Ibn ‘Umar le preguntó: ‘¿Dejaste lo suficiente para el sustento de tu familia durante tu ausencia?’ Él respondió: ‘No’. Ibn ‘Umar, que Al-lah Esté complacido con él, dijo: ‘Regresa y dales lo suficiente (pasa su sustento) durante tu ausencia; pues escuché al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, decir: ‘Descuidar a quienes uno tiene a su cargo, es razón suficiente para que un hombre esté cometiendo un pecado’”. [Abu Dawud] En la narración de esta historia encontrada en el libro del Imam Muslim, que Al-lah le Dé Su perdón, el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Es suficiente pecado que una persona retenga sus obligaciones para con aquellos que están bajo su responsabilidad”.
• Abu Hurairah, que Al-lah Esté complacido con él, dijo: “Escuché al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, decir: ‘Es mucho mejor para ustedes que tomen una cuerda, vayan a las montañas (corten algo de leña), la carguen sobre su espalda, luego la vendan y de esta manera salven su rostro (de la vergüenza) de pedir a la gente, sin importar si ellos les dan o no. La mano de arriba es mejor que la de abajo (es decir, la mano que da es mejor que la que recibe); y sean caritativos con quienes están bajo vuestro cuidado’. Alguien le preguntó: ‘¿Quiénes son aquellos que están bajo mi cuidado? Él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, respondió: ‘Tu esposa y aquellos (otros) que están bajo tu protección’”. [Muslim]
El Imam Ibn Qudamah, el Imam Ibn Al Munzir y otros, que Al-lah les Dé Su perdón, dijeron: “Es el consenso de los sabios del Islam que el gastar en la esposa es obligatorio para el esposo, a menos que la esposa sea desobediente”.
Los textos antes mencionados, prueban que es obligatorio para el hombre el proveer para su familia y su hogar, y cuidar de ellos. Existen muchas narraciones proféticas que indican la virtud de gastar y proveer para nuestras familias y nuestros hogares, tales como la narración de Abu Musa An-Nasai, que Al-lah Esté complacido con él, quien reportó que el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Siempre que uno gaste algo en caridad para su familia, sinceramente por la causa de Al-lah, será recompensado por ello”. [Al Bujari]
El Imam Ibn Hayar, que Al-lah le Dé Su perdón, dijo: “Proveer para su familia y gastar en ella es obligatorio, aunque esté mencionado como caridad en los textos; la razón para que sea mencionada como caridad, es para que la gente piensen equivocadamente que no recibirán recompensa por gastar de este modo. Al-lah aclaró esto para que las personas no gasten en caridad dando externamente hasta que no hayan satisfecho las necesidades de sus propios hogares, y los incentiva a esto denominándolo caridad”.
Sa’d Ibn Malik, que Al-lah Esté complacido con él, reportó que el Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le dijo: “No gastarás nada en caridad por la causa de Al-lah sin que seas recompensado por ello; incluso por el bocado de comida con que alimentas a tu esposa”. [Bujari y Muslim]
Abu Hurairah, que Al-lah Esté complacido con él, reportó: “El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “(De los siguientes tipos de gastos): Un dinar (es decir, una moneda de oro) que gastes en el camino de Al-lah, o para liberar a un esclavo, o que des como caridad a una persona necesitada, o para ayudar a tu familia, el que genera la recompensa más grande es aquel que gastas en tu familia”. [Muslim]
Ka’b Ibn ‘Ayrah, que Al-la Esté complacido con él, narró: “El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, una vez pasó cerca de un grupo de sus compañeros y vio a uno de ellos trabajando duro, mientras los demás estaban diciendo: ‘Habría sido recompensado si este trabajo duro hubiese sido realizado por la causa de Al-lah’. Entonces, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, aclaró: “Si él ha salido de su casa esforzándose por proveer para sus pequeños hijos, entonces, ese esfuerzo se considera por la causa de Al-lah; y si él ha salido de su casa esforzándose por proveer para sus padres ancianos, ese esfuerzo se considera por la causa de Al-lah; y si él ha salido esforzándose por proveer para sí mismo, de manera que no tenga que pedir dinero a los demás, entonces, ese esfuerzo se considera por la causa de Al-lah; pero si él ha salido para presumir y alardear ante los demás, entonces se considera que ha salido por la causa de Satanás”. [At-Tabarani]
Los piadosos Salaf, que Al-lah les Dé Su perdón, comprendieron muy bien esta obligación y lo reflejaron en sus declaraciones, como lo dicho por el devoto Imam ‘Abdullah Ibn Al Mubarak, que Al-lah le Dé Su perdón: “Ninguna otra forma de gasto puede igualarse a esto, incluso gastar en el Yihad por la causa de Al-lah”.
Por otro lado, la esposa debe ser consciente de que su esposo sólo está obligado a gastar de acuerdo a sus posibilidades y condición económica, como Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Que el pudiente mantenga [a su hijo, y a su ex mujer mientras lo amamante] según sus medios, y aquel cuyo sustento sea limitado que lo haga acorde a lo que Al-lah le haya proveído. Al-lah no exige a nadie por encima de sus posibilidades. Y ciertamente, luego de toda dificultad Al-lah os enviará un alivio.} [Corán 65:7]
Por lo tanto, ella no tiene derecho de sobrecargar a su esposo con demandas difíciles, porque esto contradice la benevolencia con que los esposos se deben tratar mutuamente. Además, Al-lah nos advierte contra los gastos excesivos, cuando Dice (lo que se interpreta en español): {Porque quienes se exceden son iguales a los demonios que siguen a Satanás, y por cierto que Satanás fue ingrato con su Señor.} [Corán 17:27]
La esposa debe tener en consideración la condición económica de su esposo y debe ser moderada en sus gastos y demandas, ella debe sacrificar ciertas peticiones a fin de no causar angustias a su esposo.
Por otro lado, el esposo no debe ser tacaño si Al-lah le ha otorgado riqueza; él no debe privar a su esposa de lo que otras mujeres de su mismo estatus social tienen de adornos, ropa, etc., de acuerdo a sus posibilidades; además, él nunca debe recordarle a su esposa las cosas que hace por ella. El esposo debe también saber que la carencia económica puede ser compensada con palabras afectuosas para su esposa. Cuando Al-lah Mencionó la benevolencia hacia los parientes, Recalcó cómo deben comportarse y hablar aquellos que no tienen posibilidades económicas, Diciendo (lo que se interpreta en español): {Y si no puedes ayudarles, pero esperas que tu Señor te agracie para poder hacerlo, promételes de buen modo que lo harás.} [Corán 17:28]
El Imam Ibn Kazir, que Al-lah le Dé Su perdón, comentando sobre este verso, dijo: “Significa, cuando un pariente u otros a quienes alguien está obligado a ayudar, le piden ayuda y él no tiene nada que darles, entonces les debe prometer de manera amable y gentil que cuando Al-lah le provea, él les dará”.
Finalmente, ambos esposos deben recordar que las palabras afectuosas y las buenas maneras hacen olvidar las dificultades y los problemas económicos por los que puedan estar atravesando, y los ayudan a soportar con paciencia.

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