Nuestras jóvenes están expuestas a la extorsión (Parte 2)

21/02/2010| IslamWeb

Causas que llevan a que una mujer se deje engañar de esta forma:

     4.      La mezcla indiscriminada de sexos:

Se ha logrado determinar que la gran mayoría de casos de extorsión se han dado en lugares donde los hombres y las mujeres se mezclan indiscriminadamente, principalmente en lugares de trabajo donde las mujeres dependen de un jefe, que no siempre es confiable y tiene las mejores intenciones. En estos sitios, se expone mucho a la mujer a estar a solas con un compañero de trabajo o su mismo jefe, lo que crea el ambiente propicio para que sea agredida o expuesta a la extorsión. El Profeta Muhammad,  Sallallahu ‘alayhi  wa sallam , dijo, previniéndonos del peligro que representa que un hombre y una mujer, a los que ningún lazo de familia une, estén a solas: “Cuando un hombre está a solas con una mujer, el tercero entre ellos es el demonio”.
5.      La falta de amor que se sufre en muchos hogares:
Son muchos los padres y madres que en la actualidad les niegan a sus hijos el amor o cualquier demostración de afecto, factor que los lleva a buscar fuera del hogar lo que tanto les hace falta; esto expone al peligro a las mujeres principalmente, pues ellas se inclinan más hacia lo sentimental, y son ellas las que, por la ignorancia y falta de conocimiento del Islam, se ven más afectadas por la dureza de sus padres. Dónde han quedado las enseñanzas de nuestro Profeta,  Sallallahu ‘alayhi  wa sallam , quien respondió a un hombre que con orgullo le mencionó que la costumbre de su pueblo era no besar a los niños: “Qué puedo hacer contigo si Al-lah Ha Sacado la misericordia de tu corazón”. Además del ejemplo que nos dio con su propia hija Fátima, que Al-lah Esté complacido con ella, quien, cuando entraba a su casa, él, sallallahu ‘alaihi wa sallam, se ponía de pie, salía a recibirla, la abrazaba y besaba, luego la traía y la sentaba a su lado.
6.      Falta de supervisión y seguimiento por parte de los padres y las familias:
Cuando la supervisión, el seguimiento y la guía de los padres hacia los miembros de la familia no existe, ésta es propensa a caer en la perdición y la desviación fácilmente. Cuántos muchachos son los que han caído en la drogadicción y el crimen porque, mientras se piensa que está en el colegio, él está en la calle en compañía de mala gente; o la joven que pasa mucho tiempo fuera de su casa, en centros comerciales, cafeterías o lugares públicos, está expuesta a caer presa de los pervertidos y malvados que quieren aprovecharse de ella. El que los hijos estén en la casa no quiere decir que no haya peligros que los rodeen, pues son muchos los niños y adolescentes que pasan horas enteras frente al televisor o el ordenador recibiendo todo tipo de información que, de no ser filtrada por sus padres, puede cambiar su forma de pensar y actuar. La familia, los padres son el primer frente de defensa que tienen los hijos, de no estar presentes y preparados, más adelante pagarán con creses su descuido y falta de interés por la educación de sus hijos; algunos de los Salaf (predecesores virtuosos) dijeron: “Los primeros que sufren por la desviación de los jóvenes son sus padres y madres”.
Medios para combatir este crimen
Dentro de los medios que tenemos para prevenir este crimen, están:
1.      La familia, principalmente los padres, deben preocuparse por fortalecer la moral, los valores y el comportamiento de sus hijos, antes de que se hundan en los pecados y mueran su corazones. Se les debe advertir del peligro que representa la desobediencia a Al-lah, y en especial, el continuar en ella sin arrepentirse ni enmendar los errores y faltas cometidas.
2.      Los hogares deben ofrecer más calor, amor y afecto a sus hijos, especialmente a las niñas, pues esto evitará que busque lo que no se les da en su casa fuera de ella. Además, los padres deben escuchar a sus hijos, dejar que se expresen y atender a sus exigencias, respecto al afecto y el cariño, cuando lo reclaman. Los consejos que les den deben ser para edificar y no para destruir, por eso, deben ser dados con cariño y ternura, no con dureza.
3.      La confianza que se les dé a los hijos debe estar acompañada de la guía y seguimiento de sus padres. Se deben establecer reglas y parámetros bien claros que ellos deben cumplir, como la hora de salida y entrada a la casa, que cuando hacen o reciben llamadas deben estar en un lugar que no sea cerrado, al igual que cuando están viendo televisión o usando el computador. Además, se debe controlar los canales de televisión que se reciben, para sacar todos aquellos que contengan programas que puedan afectarlos en su comportamiento, forma de pensar y conducta.
4.      Tener mucho cuidado con las fotos familiares que se toman al interior del hogar, pues puede ser que el aparato donde estén guardadas se pierda o sea robado, y las fotos puedan ser utilizadas para el mal.
5.      Las jóvenes y mujeres que son víctimas de este crimen, deben acercarse a sus padres y pedirles ayuda para que encuentren la mejor manera de librarse del problema en el que se han metido, y para que la guíen en la mejor forma de arrepentirse y corregir su error.
6.      El castigo que reciban los extorsionistas debe ser duro, pues no puede permitirse que sigan cometiendo sus fechorías como si nada. Pero para que esto se pueda lograr, las mujeres que han sido víctimas y sus familias deben acercarse a las estaciones de policía y denunciar a los delincuentes, para que los puedan llevar ante la justicia y reciban la pena que se merecen.
Y, por último, nos queda hacer un llamado a los hombres que se aprovechan del descuido de muchas mujeres, para que piensen que sus madres, hermanas, hijas y esposas también pueden ser víctimas, y en ese caso el sería el afectado, y de seguro que no le gustaría estar en esa posición. Teman a Al-lah, pues tarde que temprano su mal se devolverá en su contra.

 

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