La infertilidad 4: El punto de vista islámico (Parte 2)

17/03/2010| IslamWeb

Madres de alquiler

En los últimos años, ha surgido un nuevo enfoque para tratar la esterilidad que ha despertado controversia en cuanto a su aceptabilidad, legalidad y moralidad.
El uso de las madres de alquiler implica servirse de la matriz de otra mujer para que esta desarrolle en su vientre un hijo para las parejas que tienen dificultades de concepción. Esto se usa más comúnmente cuando la mujer es incapaz de tener hijos debido a que las trompas de Falopio están bloqueadas o no tiene matriz o esta está defectuosa. En una variante de este método, la madre de alquiler es fecundada con el semen del marido, lo cual es como ya se ha mencionado completamente inaceptable en el Islam. En otra variante, se lleva a cabo una fecundación externa del esperma y el óvulo de la pareja, y después se implanta el embrión en el útero de otra mujer que se presta para ello a cambio de una remuneración. Las preguntas que surgen entonces son ¿Quién es la verdadera madre del niño? ¿Es la que contribuyó con sus genes o la que lo llevó en su vientre y lo dio a luz? Esta separación de la relación entre útero y ovarios es un fenómeno nuevo que yace en el centro del debate con respecto a este método. Se han alcanzado diversas conclusiones, pero ¿Cuál es el punto de vista islámico al respecto?
A lo largo del Corán hay muchas referencias en cuanto al concepto de maternidad. He aquí algunos ejemplos: Al-lah Dice (lo que se interpreta en español):
“Sólo son vuestras madres quienes os han dado a luz…” [Corán 58:2]
“Y por cierto que Ordenamos al hombre ser benevolente con sus padres. [Y debe saber que] su madre lo ha llevado [en el vientre] con esfuerzo y le ha dado a luz con dolor, y que el período del embarazo y la lactancia dura treinta meses…” [Corán 46:15]
{Le Hemos Ordenado al hombre ser benevolente con sus padres. Su madre le lleva [en el vientre] soportando molestia tras molestia, y su destete es a los dos años. Sed agradecidos conmigo y con vuestros padres; y sabed que ante Mí compareceréis.} [Corán 31:14]
En árabe, el vocablo usado para “padres” se deriva del verbo “wilada” que significa “dar a luz”. “Walid” es el padre y “walidah” es la madre, y ambos son “walidan”. Tenemos nexos tanto con los ovarios como con la matriz de nuestra madre, pero las referencias coránicas ponen un énfasis claro en la matriz al decir que nuestra madre es la mujer que nos parió. La matriz o útero se llama “rahim” en árabe y se refiere a cierto valor existente entre los familiares y al lazo de compasión que los une. “Rahmah” es otro derivado de este vocablo, y significa “compasión”.
Al-lah Todopoderoso Dice (lo que se interpreta en español):
{¡Oh, humanos! Temed a vuestro Señor Quien os Ha Creado a partir de un solo ser, del que Creó a su esposa e Hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres. Temed a Al-lah, en Cuyo Nombre os reclamáis vuestros derechos, y respetad los lazos de parentesco. Por cierto que Al-lah os Observa.} [Corán 4:1]
{Si no obedecéis, corromperéis la Tierra y cortaréis los lazos familiares. ¿Acaso esto os agrada?} [Corán 47:22]
Así vemos nuevamente la importancia de la matriz y la implicación de que la mujer que da a luz es la única madre. Un niño nacido de una madre de alquiler sería ilegitimo bajo las leyes islámicas, dado que el hombre no tiene un contrato matrimonial con dicha mujer. Incluso si la madre de alquiler fuera la segunda esposa del marido, esto aun sería ilícito porque implica la implantación de un óvulo extraño, lo cual queda excluido en el contrato matrimonial que une al marido y la segunda esposa.
Además de todo esto, el contrato hecho con la madre de alquiler se consideraría inválido, ya que envuelve la venta de un ser humano libre. Otros puntos a considerar son los males que podrían resultar de este tipo de contrato, como por ejemplo: Poner precio a la maternidad, minar la institución del matrimonio y la vida familiar, crear confusión en los lazos de sangre, alentar a las madres de alquiler para que clamen derechos legales sobre el niño, y distorsión de la leyes de Al-lah en cuanto al proceso normal de procreación.
Si Al-lah Quiere, seremos guiados hacia la verdad y las acciones que están dentro de los confines de Sus leyes y que merecen Su complacencia. Ojala que Al-lah les Otorgue Su Gracia a quienes aspiran a asumir el papel de padres, dado que la paternidad es en verdad una bendición que garantiza gratitud y postración ante nuestro Creador todos y cada uno de nuestros días.

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