La castidad y la modestia (Parte 1)

18/04/2010| IslamWeb

No hay nada que satisfaga más a una persona que lo que adquiere por medios Halal (lícitos) así sea poco y lo mínimo que necesita; y no hay mejor comportamiento que pueda embellecer al individuo como el pudor y la modestia.

La castidad, la modestia y el pudor son algunas de las características propias de los Mensajeros y Profetas de Al-lah, de los ‘Ulama’ (expertos y especialistas de las ciencias islámicas), los siervos más entregados a la adoración de Al-lah y el cumplimiento de Sus órdenes, y de las personas virtuosas. Estas son propiedades que hacen que la persona sea rica así no tenga bienes ni propiedades, que sea rey así no lleve una corona sobre su cabeza o disponga de un reino, que sea fuerte aunque no tenga músculos o un ejército a su mando, y que sea noble y destacada por su comportamiento.
La castidad en una persona es señal de que proviene de una familia virtuosa, de que su ser es noble y bondadoso, y de que la educación que recibió fue la adecuada. Es una barrera que protege al individuo de caer en la tentación y, por ende, una causa de que sea agraciado con la Sombra de Al-lah en el Día del Juicio, Día en que no habrá más sombra que la Suya, como se menciona en el Hadiz en el que el Profeta Muhammad, sallallah 'alaihi wa sallam, señala: “…un hombre que rehúsa la invitación de una mujer atractiva y noble a fornicar, diciéndole: ‘temo a Al-lah’” [Bujari]. Además, esta es una característica que le asegurará a la persona que sus súplicas serán escuchadas, tal como en el relato en el que tres hombres entraron a pernoctar en una cueva, una piedra cayó desde lo alto de la montaña y cubrió la entrada. Los hombres supieron que nadie más que Al-lah Podría salvarlos, entonces le pidieron Su ayuda mencionando las buenas acciones que habían realizado y el buen comportamiento que los caracterizaba, así que Al-lah Despejó la entrada de la cueva y los Liberó (este episodio fue registrado por Bujari y Muslim).
La castidad, islámicamente hablando, es abstenerse de caer en el Haram (ilícito, prohibido, pecado), recomendarlo o elogiarlo, además de ser la sumisión del ser para impedir que la persona se vaya por el camino de las pasiones y que se conforme y se complazca con el Halal. Es una noble virtud que florece en los jardines de la fe y que es regada con el agua de la modestia, el pudor y la piedad. Además, es una característica que libera a la persona de la impaciencia, la desesperación y la mezquindad, y le abre las puertas del Paraíso como nos Dice Al-lah, Altísimo sea, en el Corán (lo que se interpreta en español): {Éstos serán honrados con jardines [en el Paraíso].} [Corán 70:35] ¡Qué maravilla! No solo serán ingresados al Paraíso, sino que también serán honrados; pues por haberse enaltecido así mismos con su comportamiento en la vida mundanal, alejándose de la denigración a la que lleva el pecado, Al-lah los Ennoblecerá el Día del Juicio y por toda la eternidad. Ellos son los mencionados en la Aleya (que se interpreta en español): {Todos éstos serán quienes heredarán el Paraíso, en el que morarán eternamente.} [Corán 23:10-11], y el Profeta Muhammad, sallallah 'alaihi wa sallam, contó dentro de la gente que tendrá la gloria en la Otra Vida a los castos y virtuosos.
El más grande ejemplo de pureza, pudor y castidad fue dado por el Profeta Yusuf (José), la paz sea con él. Su fuerza de voluntad fue puesta a prueba en uno de los momentos en el que la mayoría de los hombres están expuestos a dejarse llevar por la tentación. La mujer del noble egipcio –amo de Yusuf– sintió atracción y deseo por él, así que quiso poseerlo; veamos lo que el Corán nos relata de este episodio, Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y la señora de la casa en la cual estaba [la esposa del administrador] se sintió atraída por él, y cerrando las puertas exclamó: ¡Ven aquí! Dijo él: ¡Qué Al-lah me Proteja! Por cierto que mi amo [el administrador] me honró en una buena morada. Debes saber que los inicuos no tendrán éxito.} [Corán 12:23]
La reacción de Yusuf, la paz sea con él, es la propia de una persona creyente, primero porque le pide a Al-lah Su protección y ayuda, y segundo porque es agradecido y honesto con las demás personas. Su firmeza fue tal, que no le importó la amenaza de ser encarcelado si no accedía a las peticiones perversas de esta mujer, y efectivamente soportó el encierro con paciencia y resignación. Luego, cuando fue liberado, Al-lah lo Congració Convirtiéndolo en una de las personas más importantes de la antigüedad, con la interpretación de los sueños y Llamándolo “siervo sincero”. Las lecciones que se pueden sacar de la vida de Yusuf son muchas, dentro de las que podemos destacar que la castidad es el camino hacia la riqueza y la independencia en todo sentido; además, es la luz que ilumina el corazón y lo purifica, ayuda a la persona a incrementar su conocimiento y alcanzar la piedad, pues ser casto significa que la persona siempre tiene presente que Al-lah lo Está Viendo y Conoce todo lo que hace, por más que se oculte en el interior de la tierra. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Al-lah se Complacerá con ellos [por sus obras] y ellos lo estarán con Él [por Su recompensa]. Ésta [hermosa recompensa] será para quienes teman a su Señor [y se aparten de los pecados]} [Corán 98:8], también: {Para quien haya temido la comparecencia ante su Señor habrá dos jardines} [Corán 55:46], y: {En cambio, quien haya temido la comparecencia ante su Señor y preservado su alma de seguir sus pasiones, por cierto que el Paraíso será su morada.} [Corán 79:40]

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