Algunas de las metodologŁŠas de cambio (Parte 2)

02/12/2010| IslamWeb

 

La situación cambió mucho por la nueva metodología del Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, pues en vez de entrar en La Meca derrotado, escondido, entró a ella protegido por uno de los señores de Quraish al alcance de la vista y los oídos de todos.
Cabe destacar que el Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, eligió a un hombre de Juza‘ah y le envió como mensajero. Esta elección se considera una sagacidad política magnífica y un conocimiento profundo de la historia y la diplomacia; pues Nawfal, ancestro mayor de la tribu de Nawfal, que la lideraba entonces Al Mut‘im ibn ‘Adi, era un enemigo de ‘Abdul-Muttalib, abuelo del Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, en Al Yahiliah. Éste atacó cultivos y territorios propios de ‘Abdul-Muttalib y se los usurpó. Eso molestó mucho a Abdul-Muttalib. Por eso llamó a su gente para que le ayudaran, sin embargo nadie de los grandes señores de La Meca le había ayudado. Así pues; escribió a sus tíos maternos de Banu An-Nayyar de Al Jazray un poema en el que les pedía apoyo. Ellos vinieron en gran número y se quedaron en la plaza de Al Ka‘bah, apoyándose en los arcos y exhibiendo sus armas. Cuando Nawfal les vio, dijo: "¿Qué trajo a esta gente aquí?" Cuando hubo entendido lo pasado le devolvió sus terrenos a ‘Abdul Muttalib.
Cuando Banu Al Jazray apoyaron a ‘Abdul Muttalib, Juza‘ah dijo: "nunca hemos visto en este valle a una persona con un rostro más bello, con buenas virtudes morales, y con mayor tolerancia que esta persona (refiriéndose a ‘Abdul Muttalib) - cuando sus tíos de Al Jazray le apoyaban y le hicieron prevalecer- es nuestro pariente igual que el suyo. Además, su abuelo ‘Abdu Manaf, era el hijo de Hubba bint Hulail ibn Habashiah. El señor de Juza‘ah, dijo: Por lo tanto, si le apoyaban y le tomamos como aliado, él se beneficiará de nosotros y nosotros de él. Luego vinieron sus nobles y dijeron: "¡Oh Abu Al Harizah (apodo de ‘Abdul Muttalib)! Todavía seguimos  siendo tus parientes igual como los Banu An-Nayyar lo son, además, somos vecinos. Digno de mencionar es que los días han deshecho el rencor que sentíamos hacia Quraish, por lo tanto ven para que te tomemos como aliado”. Abdul Muttalib le gustó mucho esto, así que se apresuró en tomarles como aliados. Sin embargo nadie vino de Banu Nawfal ni ‘Abdu Shams"
 
Este texto resalta las raíces antiguas del conflicto histórico de la hostilidad entre Juza‘ah y Quraish, cuando Qusai ibn Kilab reunió a los Quraish de todos los rincones y luchó con ellos contra Juza‘ah que tenía la autoridad y gobierno de La Casa Inviolable y la hegemonía sobre los árabes. Así fue como los Juza‘ah perdieron su hegemonía y se dividió La Meca según los clanes de Quraish.
Por esto mismo es lo que Juza‘ah permaneció odiando a Quraish. Por lo tanto, cuando ocurrieron problemas entre Quraish y ‘Abdul Muttalib, Juza‘ah se alió con ‘Abdul Muttalib para irritar a Quraish y debilitarlos. Además, no es correcta la opinión de que los días ya habían deshecho lo que sentían los corazones de lo que cada tribu sentía hacia a la otra, como mencionó su delegación. Así pues; lo correcto es que los rencores permanecían vivos y los conflictos seguían vigentes. Algo que evidencia esto, es que Banu Nawfal y Banu ‘Abd Shams no entraron ni asistieron a este pacto, pues era un acuerdo contra sus intereses.
 
Cuando el Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, envió a un hombre de Juza‘ah al señor de la tribu de Banu Nawfal, se consideró como una indicación evidente hacia aquellos eventos históricos que ya hemos citado. Además, llevó un recordatorio de la antigua alianza entre ‘Abdul Muttalib y Juza‘ah contra Banu Nawfal y ‘Abd Shams. Se entiende de esto que el Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, no estaba aislado en La Meca, y que era probable que él hiciera lo que hizo su abuelo ‘Abdul Muttalib, es decir aliarse con Juza‘ah o pedir el apoyo de Al Jazray.
El amparo de Al Mut‘im ibn ‘Adi al Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, no era por mera generosidad y nobleza tanto como lo era para proteger sus propios intereses y prestigio. Así Quraish se quedó callada mientras veía cómo Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, ya había entrado bajo la protección de Banu Nawfal y este clan lo protegía con las armas, por lo tanto no era por temor de Nawfal, sino de la fuerza de Juza‘ah y los arcos de Al Jazray.
 
Cabe destacar que Al Mut‘im fue uno de quienes anularon el injusto pacto de Quraish, de imponer el bloqueo sobre Banu Hashim, como hemos mencionado antes.
 
El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, valoró la acción de Mut‘im ibn ‘Adi y apreció cuánto él se puso en peligro, a sí mismo, a sus hijos y a su tribu por él. Así pues;  dijo acerca de los setenta prisioneros de Badr en el día de su prisión: "Si estuviera vivo Al Mut‘im ibn ‘Adi y me pidiera como garante liberar a estos prisioneros, los liberaría a su favor." [Al Bujari].
 
A pesar de la enemistad doctrinal, el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, distinguía entre quien luchaba contra esta religión y quien la toleraba y la aceptaba. Además, nunca la ingratitud fue una de las características proféticas, incluso cuando los que hicieron el favor eran incrédulos.
 
Así el Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, sacaba provecho de los hábitos y las costumbres que existían en su sociedad para los intereses del Islam. Pues miraba la construcción social existente como una realidad objetiva e histórica. Y miraba al hombre incrédulo no como un número individual separado, sino como un individuo en la red social con intrincadas relaciones y varias motivaciones. Y es que el hombre posee la capacidad y la habilidad para transformarse a sí mismo voluntariamente en parte de un esfuerzo social efectivo y tiene un gran peso en el momento de tomar y rechazar las decisiones según principios que él mismo elige. Al Mut‘im ibn ‘Adi no era un individuo sino una institución social que no nació en la fecha de nacimiento del propio Al Mut‘im, sino que su existencia vuelve a una fecha antigua en la cual los valores de At-Tawhid (la unicidad) y Ash-Shirk (el politeísmo) combatieron por dominarla. Por lo tanto; el hecho de que esta institución social fuese de los incrédulos ahora, eso no significaría la imposibilidad de beneficiarse de ella y someterla para la vuelta de la fe y At-Tawhid a su seno.
Algunas de las metodologías de cambio (Parte 1)
 

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