Reflexiones sobre el Adhan y su significado (Parte 5 de 5)

30/10/2017| IslamWeb

 Lo que el Adhan expresa

El Adhan es un claro llamado al Tawhid (creencia en la unicidad absoluta de Al-lah), es por eso que cada vez que se alza, se manifiesta el rechazo del Islam por todo tipo de asociación de algo o alguien con Al-lah y por la idolatría, el paganismo y la superstición.

Esto quedó más que evidenciado en la liberación o conquista de la Meca. Una vez el Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, hubo entrado en la ciudad y limpiado de los ídolos y fetiches que eran adorados en vez de Al-lah, le ordenó a su muecín, Bilal, que Al-lah esté complacido con él, que subiera al techo de la Ka’bah e hiciera el Adhan. Esta voz fue el anuncio que se les dio a los de la tribu de Quraish y a todos los que adoraban deidades con o diferentes a Al-lah, de que una nueva era había iniciado, la era de la creencia en la unicidad absoluta de Al-lah, de justicia e igualdad entre todos los seres, pues nada ni nadie es más que Al-lah, Quien está por encima de todo y de todos.

El Islam rompió con todos los prejuicios que las tradiciones había instaurado. Cuando Bilal, que Al-lah esté complacido con él, subió al techo de la Ka’bah y entonó el Adhan, hubo quienes se resistieron a este nuevo orden. Vemos que uno de estos politeístas adorador de las tradiciones antiguas dijo: “¡Qué le pasa a Muhammad! ¿No encontró a otro más que a este cuervo negro como pregonero?”, y otro asintió diciendo: “Alabado sea Al-lah que se llevó a mi padre antes de que viera este día”. Estos enunciados representan la razón por la que, durante casi 20 años, Quraish trató de eliminar de la existencia al Islam y sus seguidores. Pero cuando de la verdad se trata, la falsedad se desvanece y relega.

Bilal, que Al-lah esté complacido con él, no fue el único muecín que tenía el Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, pero pasó a la historia como el representante del Adhan. Cuando el Profeta de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, falleció, Bilal dejó de hacer el Adhan y prefirió embarcarse en las legiones liberadoras que abrieron nuevos caminos al Islam en el mundo. Así fue como llegó a Damasco, que cuando fue liberada, el mismo Califa, Omar ibn Al Jattab, que Al-lah esté complacido con él, se dirigió a hacia ella. Estando allí, le pidió a Bilal que entonara una vez más el Adhan, cuando alzó su voz, todos los presentes no pudieron frenar su llanto, pues recordaron los maravillosos días vividos junto al Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam.

“Al-lahu Akbar, Al-lahu Akbar” se convirtieron en frases que llenaban de ánimo a los musulmanes y los motivaba a llevar el Islam a todo rincón de la tierra que les fuera posible. Este fue el “eslogan” que hacía que los enemigos de la verdad temblaran y huyeran al escucharlo. Por él los musulmanes, cada vez que llegaban a una ciudad o población nueva, se ocupaban inmediatamente en construir la mezquita con el minarete que le permitiera a al muecín elevar la voz de la verdad. Por esta razón, es que siempre que hubo una invasión y agresión de fuerzas enemigas, los primeros objetivos en destruir eran los minaretes. Claro que este no fue el caso de los tártaros, quienes una vez mataron a todos los musulmanes que se les atravesaron, usaron los minaretes para que se alzara el Adhan. Cuando el llamado sonó, luego de su ataque, los musulmanes que estaban escondidos salieron pensando que ya estaban seguros, pues el Adhan era anuncio de buenas nuevas para ellos; sin embargo, a la espera estaban estos asesinos despiadados que buscaban acabar con todos ellos.

El Adhan expresa la esencia pacífica, tolerante y moderada del Islam. Es una invitación abierta que llama a todos los seres a la sumisión a la voluntad de Al-lah.

 

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