Las alabanzas sean para Al-lah, Señor y Creador del universo, y que Su paz y Sus bendiciones sean con el Profeta Muhammad, con todos sus familiares y todos sus discípulos.
En primer lugar, quien comete una burla prohibida, su arrepentimiento debe ser a través del remordimiento y la resolución de no volver a cometerla. No es una condición para su arrepentimiento pedir perdón a la persona de la que se burló, según la opinión predominante que adoptamos aquí en Islamweb. Esto es porque si el derecho puede ser restaurado, como el dinero o algo similar, debe ser devuelto a su dueño. Sin embargo, si no puede ser restaurado como en el caso de los chismes, las habladurías, las burlas y similares, entonces suplicar a Al-lah Todopoderoso a favor de la persona a la que uno perjudicó, pidiendo el perdón para ella y mencionándola con buenas palabras será suficiente. Esta opinión fue adoptada por el Shaij Al Islam Ibn Taimia, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, quien expresó que es la opinión de la mayoría de los eruditos y también fue adoptada por Ibn Al Qaiem, que Al-lah lo tenga en Su misericordia. El destacado erudito As-Saffarini, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, expresó que es la opinión de la mayoría de los eruditos musulmanes.
Sin embargo, lo que dijo ese hombre que aconseja al pecador preguntándole: “¿Eres musulmán”, jaja” no parece ser una burla prohibida; más bien, es un asombro por su pretensión de ser musulmán mientras persiste, a pesar de que se le aconsejó, en abandonar la oración, beber embriagantes −la madre de todos los males− y comer carne de cerdo. Este es un asunto que realmente sorprende. Sin duda, la fe motiva a evitar las prohibiciones y a cumplir las obligaciones, especialmente la oración, que es el pilar principal de la religión.
Declarar la unicidad de Al-lah Todopoderoso no es suficiente en sí misma para considerar a alguien musulmán. Muchos no musulmanes, como los judíos y otros, declaran que Al-lah es Uno pero son totalmente incrédulos.
Además, muchos eruditos opinan que quien descuida la oración es culpable de un pecado mayor que lo saca del redil del Islam, pues el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “El pacto que nos distingue de ellos (los incrédulos) es la oración, por lo tanto, quien la abandona ha descreído”, aunque esa persona declare la unicidad de Al-lah.
Entonces, si suponemos que es incrédulo y que la palabra que pronunció el consejero es una burla, entonces el Corán indica que está permitido burlarse [en tono de recriminación] del incrédulo. Al-lah Todopoderoso dice sobre el Profeta Nuh (Noé), la paz sea con él, que le dijo a los incrédulos de su pueblo: {"Si se burlan de nosotros, sepan que ya nos burlaremos de ustedes como lo hacen ahora"} [Corán 11:38].
Además, Al-lah Todopoderoso nos ha dicho que Él, alabado Sea, ridiculizó al hipócrita que difamaba a los creyentes que daban caridad voluntariamente y los ridiculizaba, y se burla de los incrédulos que son burlones porque merecen la burla y ser ridiculizados.
Por lo tanto, no vemos ningún perjuicio en lo que dijo el consejero. Más bien, debemos buscar y preguntar sobre cómo puede arrepentirse esa persona pecadora que descuida la oración, bebe embriagantes y come carne de cerdo siendo esto más apropiado e importante que buscar y preguntar sobre cómo puede arrepentirse un consejero por haber dicho una palabra que puede no estar prohibida.
Por último, llamamos la atención sobre estas dos importantes cuestiones:
En primer lugar, mucho cuidado con apresurarse a juzgar a una persona musulmana como incrédula solo porque haya cometido un pecado o un acto que lo sitúe fuera de los límites del Islam. Esto es así porque quien entra en el Islam con certeza no puede salir del Islam sino con certeza. Además, hay una diferencia entre considerar una acción como una forma de incredulidad y considerar a su realizador como un incrédulo, ya que no todo el que hace un acto de incredulidad es considerado incrédulo, porque pudo haberlo hecho debido a un malentendido o a la ignorancia. Quien comete un acto de incredulidad no es considerado incrédulo sino después de establecer evidencia en su contra. Por lo tanto, los eruditos dijeron: “Entre los musulmanes, no todos los que cometen un acto de incredulidad se convierten en incrédulos”. Para beneficiarte más, por favor, consulta la fatwa 91677.
En segundo lugar, hay que esforzarse por invitar a ese hombre con amabilidad, indulgencia y sabiduría para que se arrepienta, regrese a Al-lah y abandone lo que Al-lah Todopoderoso ha prohibido. El musulmán, a pesar de lo que pueda ocurrirle, tiene una semilla de bondad en su corazón que necesita ser limpiada del polvo de los pecados para que pueda crecer y aumentar. Por lo tanto, sus amigos deben esforzarse por invitarlo a que vuelva Al-lah.
Por favor, consulta las fatawa 13288 y 16419 sobre la etiqueta de ordenar lo que es bueno y prohibir lo que es malo, y la fatwa 86527 sobre las condiciones del arrepentimiento sincero.
Al-lah sabe más.