Significado de la declaración: Las mujeres son cautivas de los hombres

1-7-2021 | IslamWeb

Pregunta:

As-salamu alaikum, Shaij. En un hadiz se dice que la esposa es la cautiva/prisionera del esposo. Incluso Omar, que Al-lah esté complacido con él, dijo: “El matrimonio es esclavitud”. Estas declaraciones me hacen sentir pánico, y solo queda llorar de miedo. ¿Eso significa que la relación entre los cónyuges es una relación de dueño-esclavo? ¿O es una relación de amo-siervo? ¿O es una relación jefe-empleado? ¿Y la casa del marido es una prisión para la esposa? Necesito una explicación auténtica que sea fácil de entender.

Respuesta:

Las alabanzas sean para Al-lah, Señor y Creador del universo, y que Su paz y Sus bendiciones sean con el Profeta Muhammad, con todos sus familiares y todos sus discípulos.

 

Describir a las mujeres como cautivas (en el lazo matrimonial) está confirmado en un hadiz auténtico reportado por At-Tirmidhi dentro del discurso del Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, en la Peregrinación de Despedida, en el que dijo: “Los conmino a tratar bien a las mujeres, porque están como cautivas contigo y no puedes tratarlas de otra manera, a menos que cometan una inmoralidad flagrante…”.

 

En cuanto a la declaración: “El matrimonio es esclavitud”, fue narrada como una declaración directa atribuida al Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él (un hadiz marfú’u), y como una afirmación atribuida a Omar, Aisha y Asmáa, que Al‑lah esté complacido con ellos (un hadiz mauquf). El hadiz mauquf (la narración atribuida a los tres compañeros) es el que se considera auténtico, como afirmó Al Iraqui mientras citaba a Al Baihaqui.

 

Sin embargo, estas declaraciones y otras similares no significan que la mujer sea degradada ni que sea como una esclava y que su esposo sea su amo. Más bien, significan que, por virtud de un contrato matrimonial válido, la mujer está unida a su esposo con un lazo que la obliga a obedecerlo en lo que es permisible, y le impide desear a otro hombre que no sea él. Así que la mujer está obligada a obedecer a su esposo en asuntos de su relación íntima y a cumplir los derechos de él sobre ella, del mismo modo que él está obligado a cumplir los derechos de ella sobre él. Al-lah dice: {Ellas tienen tanto el derecho al buen trato como la obligación de tratar bien a sus maridos} [Corán 2:228].

 

La relación entre ellos es más estrecha que la relación que mencionas entre el empleado y su superior en el trabajo. Este es el significado de Quiwama (tutela/responsabilidad) que Al‑lah le ha dado al esposo sobre su esposa, como dice Al-lah: {Los hombres son responsables del cuidado de las mujeres debido a las diferencias [físicas] que Dios ha puesto entre ellos, y por su obligación de mantenerlas con sus bienes materiales} [Corán 4:34].

 

Es una responsabilidad de la gestión de los asuntos, y es por esta razón que la sabia Sharía advierte a los maridos en contra de explotar dicha responsabilidad siendo autoritarios con las esposas. Esto está mencionado en la continuación de la aleya anterior, como dice Al-lah: {… si les obedecen [en lo que Dios ordena], no les reclamen ni recriminen más. Dios es Sublime, Grande} [Corán 4:34].

 

Ibn Kazir, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “El dicho de Al-lah: {Dios es Sublime, Grande}, es una advertencia que significa que, si maltratan a las mujeres, entonces Al-lah, el Sublime y Grande, es su Protector (de las mujeres), y Él se vengará de los que agreden a las mujeres y las tratan injustamente”.

 

Lo más importante que se debe saber es que el matrimonio es una integración entre los cónyuges, cada uno de ellos cumple el papel que el otro tal vez no puede cumplir. Así como ella puede servirle a él organizando los asuntos del hogar y cuidando a los hijos, él le sirve a ella saliendo para conseguir el sustento.

 

Aisha, que Al-lah esté complacido con ella, narró que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Las mujeres son la contraparte de los hombres” (Ahmad, Abu Dawud, At-Tirmidhi).

 

En conclusión, escuchar estos hadices y otros similares no debe ser razón de preocupación, y un musulmán debe entenderlos dentro del contexto de los principios del Islam, que se ocupa y cuida de las mujeres y les da derechos, y que ordena a los hombres ser amables con ellas y les advierte en contra de perjudicarlas, porque si estas declaraciones se sacan de este contexto, podrían malinterpretarse y darles un sentido contrario.

 

Y Al-lah sabe más.

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