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Él problema del deseo carnal, diálogo entre padre e hijo (parte 1 de 3)

El problema del deseo carnal, diálogo entre padre e hijo (parte 1 de 3)

 Según las enseñanzas del Islam, los deseos y pasiones sexuales juegan un papel vital en la formación de cualquier ser humano, y por eso no pueden ser ignorados. Los seres humanos, a diferencia de los ángeles, debemos enfrentar en esta vida el desafío de dominar estas fuerzas internas. Si fallamos en hacerlo, entonces quedamos sometidos por los instintos carnales y caemos al nivel del reino animal.

Las claves de una vida feliz y plena las encontramos en la guía contenida en el Corán y la Sunnah del Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, cuyo estilo de vida representaba su perfecto balance entre el placer permitido y la abstención de lo prohibido.

En este artículo hablaremos de los peligros de someterse a las incontrolables pasiones del alma a través del análisis del problema del deseo sexual.

A pesar de que el ser humano puede verse afectado por el problema del deseo sexual a cualquier edad, Los jóvenes son más susceptibles de caer en él.

Esto es porque la adolescencia es la etapa entre la niñez y la madurez, y en ella la persona atraviesa grandes cambios físicos y psicológicos. Durante este periodo, las decisiones y experiencias personales determinan, en gran manera, el tipo de adulto que seremos. Entonces, si una persona tiene éxito controlando sus deseos sexuales durante este periodo, será más fácil que los controle por el resto de su vida.

A veces, los hijos en el umbral de la adolescencia reciben escasa atención de sus padres sobre este tema. Por eso preferimos tocar este tema en el formato de un diálogo padre-hijo.

HIJO: ¡Papá! Me has hablado mucho acerca de las ventajas y aspectos positivos de entrar en la edad adulta, ¿puedes hablarme ahora de sus problemas y dificultades?

PADRE: Este es un asunto de mucha importancia. Tú sabes que Satanás está deseoso de tentar y seducir a los seres humanos. Al-lah dice en el Corán: {Dijo [el Demonio]: “Por haberme descarriado los acecharé para apartarlos de Tu sendero recto. Los abordaré por delante, por detrás, por la derecha y por la izquierda; encontrarás que la mayoría de ellos no serán agradecidos”} [Corán 7:16,17]. Entonces, la lucha entre Satanás y un joven llega a su clímax cuando el hombre joven lega a la edad de las obligaciones religiosas.

Al-lah hizo que el camino a Su Paraíso fuera dificultoso y duro, mientras que el Infierno está lleno de placeres, por alguna sabia razón, principalmente para probar a la gente. En otras palabras, el camino al Infierno es más corto que el del Paraíso. Se cita que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “El fuego del Infierno está rodeado por toda clase de placeres y deseos, mientras que el Paraíso está rodeado de toda clase de acciones desagradables” (Bujari).

Entonces, los deseos sexuales o carnales empiezan a surgir en esta etapa de la vida para diferenciar a los que pueden resistir la tentación de los que no. Si el camino al Paraíso estuviese pavimentado con flores, todos lo seguirían.

HIJO: ¿Puedes hablarme más de estos deseos, papá?

PADRE: ¡Muy bien! Son tantos y tan variados en intensidad y alcance, que Al-lah dice: {Se encuentra en el corazón de las personas la inclinación por los placeres: las mujeres, los hijos, la acumulación de riquezas en oro y plata, los caballos de raza, los ganados y los campos de cultivo. Ese es el breve goce de esta vida, pero lo más hermoso se encuentra junto a Dios} [Corán 3:14].

Respecto a la naturaleza variable, debes saber que varían de persona a persona y de un ambiente a otro. Sin embargo, la influencia del deseo sexual en los jóvenes es la más fuerte y peligrosa, en especial en nuestra época. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, nos advirtió contra eso cuando dijo: “La mayor tribulación que les estoy dejando es la de las mujeres”. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, también dijo: “A la persona que se esmera en controlar su lengua y sus genitales le garantizo la entrada al Paraíso” (Bujari). Abu Hurairah, que Al-lah esté complacido con él, relato que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, fue preguntado por cuáles acciones la gente va más al Paraíso y él respondió: “Cuidar de nuestras obligaciones para con Al-lah y comportarse bien”. Entonces le preguntaron por las acciones que conducen a una persona al Infierno y él respondió: “Su boca y sus genitales” (Bujari).

HIJO: Me interesa saber más de estos deseos, ¿puedo preguntarte más sobre ellos?

PADRE: Adelante hijo.

HIJO: Algunos jóvenes dicen que siendo Al-lah tan Omnipresente y Sapientísimo ellos se preguntan: ¿Cuál sería el aparente beneficio que el musulmán puede ver detrás de afligir al ser humano con un deseo sexual tan intenso?

PADRE: Debes saber, hijo mío, que un musulmán no debe cuestionar u objetar los mandamientos de su Señor y debe creer en ellos sin importar si conoce la sabiduría que ocultan. Sin embargo, si el musulmán conoce tal sabiduría su fe se hará más firme.

Una sabia razón detrás de la existencia del deseo sexual es para mantener a la raza humana por medio de la reproducción. Entonces, ambos géneros sexuales se atraen mutuamente para lograr este objetivo. De nuevo, como mencionamos antes, una de las más grandes razones es la tribulación y la prueba. Si el camino de la obediencia de Al-lah es difícil solo lo tomarán las personas honestas y piadosas que se caracterizan por la virtud y la paciencia; si fuese de otro modo en este sendero transitarían todos.

HIJO: Creo que el primer paso que un joven sabio debería tomar sería conocer las tentaciones que ocasionan tal deseo para poder evitarlas, ¿estoy en lo cierto padre?

PADRE: Sí, uno debe evitar las cosas que provocan y encienden los deseos y las pasiones carnales.

 

Continuar con las demás partes:

El problema del deseo carnal, diálogo entre padre e hijo (parte 2 de 3)

El problema del deseo carnal, diálogo entre padre e hijo (parte 3 de 3)

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