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Más allá de los rituales (Parte 4)

Mلs allل de los rituales  (Parte 4)

Las principales metas y propósitos del Hayy

Los beneficios en esta y la otra vida
Los musulmanes ven el mundo material como un Puente hacia el más allá. Un musulmán necesita este mundo y lo emplea para alcanzar sus metas en esta vida y en la otra. Para tal efecto, un musulmán no renuncia, desdeña o abandona este mundo; por el contrario, toma parte de él, lo controla y lo aprovechar, pero nunca permite que el mundo lo domine y lo esclavice. Y a pesar del hecho de que el Hayy es un acto de adoración que se realiza exclusivamente para ganar la complacencia de Al-lah, no se prohíbe a los musulmanes que busquen beneficios mundanales durante el mismo, siempre y cuando estén haciendo el Hayy únicamente para cumplir con su responsabilidad por la causa de Al-lah. El Corán declara (lo que se interpreta en español): {No cometéis ninguna falta si buscáis la gracia de vuestro Señor [comerciando durante la peregrinación]. Cuando regreséis de ‘Arafat, y os encontréis en Muzdalifah, recordad a Al-lah. Recordadle en agradecimiento por haberos guiado cuando os encontrabais extraviados.} [Corán 2:198]
Al-lah también Dice a este respecto (lo que se interpreta en español): {Para que atestigüen todas las gracias [de la peregrinación]…} [Corán 22:28] Comentando sobre este verso, el renombrado exégeta Ibn Kazir, que Al-lah le Dé Su perdón, dijo: “Los beneficios referidos en el verso significan los beneficios de la otra vida, que es complacer a Al-lah; así como también otros beneficios materiales como los negocios y el comercio”.
Perfeccionamiento y culminación de la religión
Mientras el Profeta, sallallahu ‘alaihy wa sallam, estaba parado con los musulmanes sobre el Monte ‘Arafah en el último Hayy que realizó (el año 10 de la hégira), el siguiente verso fue revelado (que se interpreta es español): {…Hoy os He perfeccionado vuestra religión, he Completado Mi gracia sobre vosotros y he dispuesto que el Islam sea vuestra religión…} [Corán 5:3] Al-lah Ha hecho del Islam un mensaje universal, lo Ha ordenado como la religión para toda la humanidad, le dio el estatus del último Mensaje Divino para la humanidad y lo hizo una guía para toda la humanidad en todos sus asuntos hasta el fin de los tiempos. No es de extrañarse que la estadía de los musulmanes en el Monte de ‘Arafah mantenga vivo el recuerdo de esta extraordinaria dádiva (la perfección y culminación de la religión) en sus mentes y corazones. Esto los motiva a reafirmar su promesa de servir a Al-lah, el Todopoderoso. Eso los llena de tanta confianza y seguridad que, con el Corán y la Sunnah del Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, en sus manos, no necesitan mirar al Oriente o al Occidente en busca de filosofías, ideologías o leyes para guiar su vida espiritual o material.
Una oportunidad única en la vida
Los actos de adoración difieren de acuerdo a cuántas veces se exige al musulmán practicarlos. Algunos actos de adoración deben ser practicados una vez al año, como el ayuno en el mes de Ramadán; algunos deben realizarse una vez a la semana, como la oración del viernes; otros deben ser realizados diariamente como las 5 oraciones diarias; y algunos son obligatorios una vez en la vida, como el Hayy.
Uno podría preguntarse: ¿Por qué el Hayy ha sido hecho obligatorio solo una vez en la vida? ¿Será porque Al-lah Quiere hacer las cosas fáciles para Sus siervos? Quizás. Pero la razón bien puede ser que el Hayy está repleto de grandes lecciones, cuyo entendimiento y aplicación es suficiente para los musulmanes, y esto hace que el repetirlo sea innecesario. Sin embargo, realizar el Hayy más de una vez es meritorio y recomendado, y puede ayudar a reforzar los significados y conceptos inherentes a este excepcional acto de adoración en el corazón del musulmán, hasta que se conviertan en una parte integral y vital de sus acciones.
El principal objetivo
El concepto de Tawhid (Monoteísmo) constituye el núcleo del Hayy. Es el lazo que une todos los rituales de esta adoración. La realización del Hayy de un musulmán indica su creencia en la Unicidad de Al-lah. Además, el concepto de Tawhid estaba allí desde la primera vez que Al-lah Hizo obligatorio el Hayy para Sus siervos, y se manifiesta mediante sus actos y rituales. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y recuerda [¡Oh, Muhammad!] cuando Establecimos a Abraham junto a la Casa Sagrada [y le Ordenamos que la reconstruyera y] que sólo Me adorase a Mi, no Me atribuyera copartícipes y purificase Mi Casa [de la idolatría] para quienes la circunvalen ritualmente, y quienes oren de pie, inclinados y prosternados.} [Corán 22:26]
Al Qurtibi, que Al-lah le Dé Su perdón, comentó así sobre este verso: “En este verso, Al-lah Denuncia que los politeístas no habitarán Meca y les Dice que el Tawhid ha sido estipulado como una precondición para el Hayy sobre vuestro padre Ibrahim, la paz sea con él, y sobre quienes vinieron después de él, así como sobre ustedes; pero ustedes han fallado en cumplir con esta exigencia y han cometido actos de politeísmo y han adorado ídolos”. También, Al-lah Ordena que no se debe permitir a los politeístas acercarse a Su Casa Sagrada en el siguiente verso (que se interpreta en español): {…Por cierto que los idólatras son impuros [de corazón], que no se acerquen pues a la Mezquita Sagrada después de este año [el noveno de la Hégira]…} [Corán 9:28] Además, debido al Tawhid, un peregrino comienza el Hayy diciendo: “Aquí estoy, oh Al-lah, aquí estoy a Tu servicio. Aquí estoy a tu servicio. Tú no tienes copartícipes. Ciertamente toda alabanza y gratitud son para Ti, y Tuyo es todo el poder. ¡No tienes copartícipes!” Y cuando un peregrino completa su Hayy realiza la Circunvalación de Despedida (Tawaf Al Wada’), con lo que concluye su Hayy glorificando a Al-lah y declarando Su Unicidad –recitando frases monoteístas tales como “Al-lahu Akbar” (Al-lah es Supremo), “La ilaha il-la Al-lah” (no existe nada ni nadie que merezca ser adorado, excepto Al-lah), etc.–.
Cuidado con los anuladores
Los siguientes actos están estrictamente prohibidos mientras se está en estado de Hayy:
- Las relaciones sexuales para los esposos y todos los asuntos ligados a esto.
- Cometer pecados y desobediencias.
- Discutir o pelear con los compañeros, sirvientes u otras personas.
Cometer todos o algunos de los actos antes mencionados despoja a la persona de las recompensas del Hayy o disminuye su parte de ellas. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {La peregrinación se realiza en meses consabidos, y quien en ellos se consagrara para hacerla, deberá abstenerse [durante la peregrinación] de las relaciones maritales, los actos de desobediencia y las discusiones…} [Corán 2:197]
Comentando sobre este verso, Abu Baker Al Yassas, que Al-lah le Dé Su perdón, dijo: “El verso ordena a los musulmanes a proteger sus partes íntimas y sus lenguas de toda clase de desobediencia. Y el énfasis sobre la prohibición de tales actos en el estado de Ihram no significa que ello sea permitido en otros entornos; sino que esto indica que cometerlos mientras se está en estado de Ihram hace a la persona más merecedora de la Ira Divida que si los cometiera en otro lugar”. La majestad y dignidad del Hayy debe obligar a la persona a abandonar toda clase de inmoralidades y llenarla del deseo de purificarse y tener una buena conducta.
El premio del peregrino: una motivación para toda la vida
‘Abdulah ibn Al Mubarak, que Al-lah le Dé Su perdón, cierta vez contó la siguiente historia sobre un encuentro con Sufian ibn ‘Uiainah, que Al-lah le Dé Su perdón, en el Hayy: “Era el día de ‘Arafah y él (Sufian) estaba sentado con sus rodillas sobre el suelo y sus manos levantadas hacia el cielo (suplicando) y las lágrimas corrían por sus mejillas y su barba. Él se volcó y me miró, entonces le pregunté: ‘¿Entre la gente que se ha reunido aquí por el Hayy, quién está en peor estado?’ Él dijo: ‘El que piensa que Al-lah no lo perdonará”.

El premio del peregrino no es otra cosa que el completo perdón de todas sus malas acciones. ¡Qué premio! ¡Y qué honor! Para un peregrino, ¡qué puede ser más satisfactorio o digno que ofrecer el Hayy exitosa y apropiadamente, y regresar de él envuelto con la complacencia y bendiciones de Al-lah y con su balance de pecados en cero! Existe un par de cosas detrás de este premio que pueden motivar a la persona a tener más determinación para hacer del resto de su vida una continuación del Hayy: una profunda devoción a Al-lah y una rigurosa búsqueda de Su complacencia.

Más allá de los rituales (Parte 1)

Más allá de los rituales (Parte 2)

Más allá de los rituales (Parte 3)

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