Las aleyas del ayuno y su llamado al Islam
La D’awah es parecida a las formas de adoración como la oración, el Hayy y el ayuno, pues fueron enseñadas por el Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, así que rezamos, hacemos la peregrinación y ayunamos tal como él lo estableció. Algunas de estas obligaciones fueron Dictadas por Al-lah, Ordenándonos cumplir con ellas directamente; mientras que otras, como el ayuno, nos Invita a cumplir con ellas, aunque son obligatorias.
No cabe duda de que las aleyas en las que se invita al ayuno tienen como principal objetivo ordenar a los musulmanes a que cumplan con este deber; sin embargo, Al-lah, Altísimo sea, utiliza un estilo totalmente diferente para establecer esta obligación, pese a que si Él Hubiera Querido, lo Hubiese Ordenado a directamente, al fin y al cabo Él Es el Señor y Dueño de todo cuanto existe. Al-lah, el Todopoderoso y Omnisciente, Conoce mejor que nadie la naturaleza de Sus criaturas y lo que encierran los corazones de los hombres, por ello encontramos que la orden del ayuno va acompañada de una serie de sucesos que enternecen el corazón para que este acepte el cumplimiento del bien al que es llamado.
Dice Al-lah, Altísimo y Glorificado Sea (lo que se interpreta en español): {¡Oh, creyentes! Se os prescribió el ayuno al igual que a quienes os precedieron para que alcancéis la piedad. Ayunad días contados [el mes de Ramadán]. Quien de vosotros estuviese enfermo o de viaje y no ayunase, deberá reponer posteriormente los días no ayunados. Y quienes pudiendo ayunar no lo hicieren deberán alimentar a un pobre [por cada día no ayunado]. Pero quien voluntariamente alimentara a más de un pobre será más beneficioso para él. Y ayunar es mejor para vosotros, si lo supierais. En el mes de Ramadán fue revelado el Corán como guía para la humanidad y evidencia de la guía y el criterio. Quien de vosotros presencie la aparición de la Luna [correspondiente al comienzo del noveno mes] deberá ayunar; y quien estuviere enfermo o de viaje [y no ayunase] deberá reponer posteriormente los días no ayunados y así completar el mes. Al-lah Desea facilitaros las cosas y no dificultároslas; engrandeced a Al-lah por Haberos guiado y así seréis agradecidos. Y si Mis siervos te preguntan por Mí [¡Oh, Muhammad!, diles] ciertamente Estoy cerca de ellos. Respondo la súplica de quien Me invoca. Que Me obedezcan pues, y crean en Mí, que así se encaminarán. Durante las noches del mes de ayuno os es lícito mantener relaciones maritales con vuestras mujeres. Ellas son vuestra protección y vosotros la suya. Al-lah Sabe que os engañabais a vosotros mismos, y os Perdonó y Absolvió. Ahora podéis mantener relaciones con ellas y buscar lo que Al-lah os Decrete [hijos]; y comed y bebed hasta que se distinga el hilo blanco [la luz del alba] del hilo negro [la oscuridad de la noche], luego completad el ayuno hasta la noche, y no tengáis relaciones con ellas si estáis haciendo retiro en las mezquitas. Éstos son los límites de Al-lah, no oséis transgredirlos. Así Aclara Al-lah Sus preceptos a los hombres para que sepan cómo obedecerle.} [Corán 2:183-187]
El inicio de estas preciosas aleyas cautiva a quien las escucha. Aunque es un llamado a todos los creyentes, cada uno lo siente como si fuera dirigido solamente a él. Además, se comienza llamando a quienes va dirigida esta orden creyentes, hecho de gran importancia, porque Al-lah, Glorificado Sea, Atestigua que a quienes Está Calificando con la creencia se caracterizan por ser parte de este selecto grupo. ¿Qué honor más grande y que testimonio más veraz puede haber aparte del que Al-lah Hace? De esta manera, quien quiera ser contado dentro de los creyentes verdaderos, debe cumplir con el ayuno como Al-lah lo Ordena, además, claro está, de las otras obligaciones durante todos los días del año.
Las aleyas del ayuno y su llamado al Islam (Parte 1)
Las aleyas del ayuno y su llamado al Islam (Parte 3)