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Él acoso sexual (Parte 3)

El acoso sexual (Parte 3)

El Islam se preocupa enormemente por educar a sus seguidores en valores y virtudes que les ayuden a salir de la maldad y el daño causado por la vileza, la desviación y la corrupción. Ha dedicado gran parte de sus principios a la protección de la mujer esté donde esté, por lo que cualquier abuso en su contra, pequeño o grande, es condenado por la Shari’ah y visto como una forma de esparcimiento de la corrupción y denigración; por esta razón, encontramos que Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {…no debéis acercaros al pecado, tanto en público como en privado…} [Corán 6:151]. Desde el comienzo cierra todas las puertas para que se llegue a la peor denigración del ser como lo es la fornicación y/o el adulterio. Dice el Todopoderoso (lo que se interpreta en español): {Apartaos de todo lo que os lleve a la fornicación, pues esto es una inmoralidad y conduce al mal} [Corán 17: 32]. Vemos cómo no Se Limita a Decir: no cometan adulterio ni fornicación, sino que Llama a alejarse de todo lo que pueda conducir a caer en semejante crimen, como una mirada, una conversación, o acosando y molestando a una mujer para hacerla caer en la tentación.

La falta de atención y poca aplicación de los principios de castidad que Al-lah Ordena por parte de la mayoría, es lo que ha llevado a que el musulmán y la musulmana no se sientan tranquilos en ninguna parte, así no hayan crímenes como el robo y el asesinato, dijo el Profeta Muhammad,  Sallallahu ‘alayhi  wa sallam : “Quien amanece disfrutando de seguridad para sí mismo y los suyos, con salud y tiene la provisión suficiente para su día, es como si se le hubiera dado todo lo que hay en este mundo de riqueza” [At-Tirmidhi e Ibn Mayah]. Por lo tanto, cumplir con lo que el Islam propone es la única manera de asegurarles a las personas tranquilidad y seguridad donde quiera que estén, especialmente a la mujer, por lo que todos los miembros de la sociedad deben estar dispuestos a comprometerse en todo lo que se necesite para que todos puedan alcanzar este noble propósito islámico, y así cortar de raíz con el problema que hemos estado tratando desde el comienzo, el acoso sexual, para lo cual es importante tener en cuenta los siguientes puntos:
· Se debe implementar el modelo educativo islámico en el hogar, la escuela y todas las instituciones civiles, privadas y gubernamentales, para fortalecer la fe de las personas por medio del conocimiento de la religión.
· Se debe aprovechar el tiempo libre de las personas en programas que, además de ocuparlos en algo, les beneficien espiritual, física y mentalmente. Para ello, se deben disponer de proyectos variados que vayan enfocados al aprovechamiento de las capacidades y aptitudes de cada persona.
· Se debe crear un frente preventivo en contra del Tabarruy (exhibicionismo y descaro) de las personas, en especial el de las mujeres, quienes son las más expuestas a este problema, fortaleciendo el conocimiento de las reglas establecidas por la Shari’ah en cuanto al Hiyab, las razones por las que fue ordenado, y los beneficios y bendiciones que trae con sigo. Se deben hacer campañas en las que se aclaren los malos entendidos y mitos creados en torno a la vestimenta de la mujer. Se debe crear conciencia de que el Hiyab es un modo de comportamiento que asegura la castidad en la sociedad. Dice el Altísimo (lo que se interpreta en español): {¡Oh, Profeta! Diles a tus mujeres, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran [todo el cuerpo] con sus mantos; es mejor para que se las reconozca y no sean molestadas.} [Corán 33: 59]. Si el Hiyab no protege a las mujeres de que sean molestadas puede ser por que lo están usando incorrectamente, o que su comportamiento, ademanes y forma de hablar son insinuantes, sensuales y coquetos, por lo que se exponen a ser de aquellas a las que el Mensajero de Al-lah,  Sallallahu ‘alayhi  wa sallam , describió como mujeres vestidas pero desnudas”, ya que cubrirse no lo es todo, además se necesita de recato y vergüenza al actuar.
· Es necesario facilitar el matrimonio tanto para los hombres como para las mujeres, por lo que es fundamental apegarse a los principios de elección del o la cónyuge, es decir, su apego a la religión, su comportamiento y sus cualidades, tal como nos lo recomendó nuestro Profeta,  Sallallahu ‘alayhi  wa sallam .
Para terminar, hacemos un llamado a todos los hombres que se dedican a molestar a las mujeres, aunque sea de lejos, para que dejen este comportamiento que los expone a ellos mismos y a los demás a grandes peligros, daños y perjuicios. Recuerden que ustedes tienen mujeres a las que deben cuidar (madres, hermanas, hijas, tías, sobrinas…) y que no les gustará que un hombre las acosara. Y no olviden lo que Dice Al-lah el Todopoderoso y Omnisciente (lo que se interpreta en español):
· {¿Piensan que no Escuchamos sus secretos y murmuraciones? Claro que sí; y Nuestros [Ángeles] enviados registran sus acciones.} [Corán 43:80]
· {Y verás [ese día ¡Oh, Muhammad!] a todas las naciones arrodilladas. Cada una de ellas será convocada para rendir cuentas, [y se les dirá:] Hoy seréis juzgados acorde a vuestras obras, y el libro que Tenemos en Nuestro poder [donde están asentadas todas vuestras acciones] atestiguará a favor o en contra vuestra. Por cierto que Registramos todas vuestras obras.} [Corán 45:28-29]

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