Las aspiraciones

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Toda persona que tenga uso pleno de sus facultades mentales no debe conformarse jamás con el estado en el que se encuentra y con los logros que ha alcanzado, incluso si se encuentra muy bien y haya conquistado grandes metas, sin sobrepasar la línea de la ambición y el acaparamiento. Así que, al cumplir con un objetivo, debe mirar más arriba y proponerse llegar allí, lejos de cualquier anhelo mundano, de la codicia, la soberbia y la desobediencia de Al-lah.

Si esa es su actitud, entonces su máximo anhelo será lograr ser merecedor del Paraíso, y eso es lo que en realidad significa, en términos islámicos, la aspiración: buscar lo más elevado, lo más alto, lo más noble, lo más perfecto y lo mejor de todo.

Él Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, instó a los musulmanes a superarse siempre, a que buscaran siempre lo mejor, por eso dijo: “A Al-lah Le gustan los actos más nobles y que llevan a la excelencia, y detesta los más bajos”. Y los animó a tener aspiraciones muy altas diciendo: “Él Paraíso tiene cien niveles, el espacio que hay entre cada uno de ellos es equivalente a lo que hay entre el cielo y la Tierra. Él Firdaus es la parte más alta del Paraíso y sobre ella está el Trono de Al-lah… de allí, del Firdaus, brotan los ríos del Paraíso, así que cuando le supliquen a Al-lah, pídanle que les conceda el Firdaus”.

Diferencia entre aspiración y determinación

Sin lugar a duda entre ambos términos hay un objetivo común, alcanzar la excelencia y superarse. Pero se diferencian en la motivación que los anima y los medios que se utiliza para llegar a la meta deseada. La determinación puede ser encendida por la situación por la que se atraviesa o por la urgencia de librarse de la necesidad en la que se está. Generalmente la determinación lleva a la persona a superarse usando los medios legales de los que dispone, mientras que la aspiración puede convertirse en avaricia y ambición. Además, si la aspiración no cuenta con la determinación, no va a pasar la línea de ser un anhelo y un sueño nada más.

Él camino para alcanzar posiciones más altas y objetivos nobles está lleno de dificultades y trampas, por eso es importante tener muy en cuenta el consejo que Mu’awia le dio a Amru Bin Al ‘As, que Al-lah esté complacido con ambos, en el que le dijo: “Quien desea ser grandioso o lograr algo grandioso, debe asumir las dificultades que esto conlleva”; y las posteriores palabras de Amru Bin Al ‘As: “Deben buscar la grandeza y las obras más grandiosas”.

¿Las aspiraciones tienen límites?

Él profesor ‘Abdul-lah Al ‘Üzman responde a esa pregunta en su libro Nuyum As-Sama’ con la siguiente reflexión: “Que tus aspiraciones sean muy grandes y sin límites visibles, busca todo asunto bueno y beneficioso. Vístete con la ropa de la voluntad, la determinación y la paciencia, y apunta a objetivos muy grandes. Deja que tus aspiraciones sean tan grandes que toquen el cielo y libéralas de las cadenas y los límites. Inicia con un paso al frente y no aplaces el inicio, pues la carrera de los mil metros comienza con un paso. No debes ignorar los costos de tus aspiraciones, por eso debes escoger todo asunto que te beneficie en lo mundanal pero que en su camino te acerque a Dios. Ten la certeza de que, si eres serio y tienes determinación y voluntad, lograrás alcanzar tus objetivos”.

Por su parte, el escritor Somerset Maugham dijo: “Üna de las rarezas de la vida es que entre más rechaces llegar a la cumbre, siempre llegarás allí”.

No te desanimes

La persona que se propone cumplir con sus aspiraciones no conoce el desaliento, si cae se levanta y se replantea las cosas de nuevo, pues en su vocabulario no existe la palabra fracaso. Éste sentido fue inculcado por el Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, cuando nos enseñó: “Él creyente fuerte es mejor y más amado por Al-lah que el débil, pero en ambos hay bien. Busca todo asunto que te beneficie, pide la ayuda de Al-lah y no te desanimes. Si algo te sale mal o te sucede algo malo no digas: ‘Si hubiera hecho esto, no hubiera pasado tal cosa’; di más bien: ‘Así lo decidió Al-lah, y lo que &Éacute;l decreta es lo que sucede’. Porque decir: ‘Si hubiera…’ le abre las puertas al susurro y la influencia del demonio sobre ti”.

Así que adelante, no te desanimes, más bien, sé paciente y recuerda que gota a gota el agua logra romper las rocas, no por su fuerza, sino por la constancia del goteo. Én una alegoría hecha por Ibn Al Yauzi, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, en la que quiso explicar la determinación que la persona debe tener, dijo: “Én un diálogo entre el agua y el aceite, la primera dijo: ‘¿Por qué siempre estás arriba de mí, siendo que fui yo quien regó el árbol que dio el fruto del que saliste?’; le respondió: ‘Porque yo fui paciente y soporté el dolor de mi extracción, mientras que tu corrías tranquila en la corriente del río; por la paciencia es que se asciende sobre los demás”.

La mayoría de los inventos que hoy en día nos facilitan la vida y que nos sorprenden vienen de la paciencia y la constancia de sus inventores, quienes luego de cientos y hasta miles de intentos lograron triunfar. Henry Wadsworth dijo: “Los grandes y los triunfadores no llegaron a su alta posición por azar; mientras que la gente dormía por la noche, ellos trabajaban, planeaban y actuaban”.

Él Imam Bujari se despertaba continuamente durante la noche, unas veinte veces, y en cada ocasión prendía su lámpara y anotaba una reflexión. Además, en su viaje de conocimiento y en el que buscaba compilar los hadices, pasó por muchas necesidades, pero nunca le pidió ayuda a alguien, prefería comer hierba, y él fue el autor del libro más auténtico y veraz escrito por un hombre.

Él doctor ‘Abdur-Rahman As-Samit dijo: “No se puede triunfar sin antes haber fracasado. La hormiga no logra subir por una pared sin antes haberse caído varias veces. Él camino al éxito tiene varias etapas de fracaso, y no hay bien en una persona que se rinde ante el primer intento”.

Las aspiraciones de las grandes y más nobles personas

Las personas grandes y las más nobles lograron la grandeza olvidándose de las cosas innecesarias de esta vida, por eso tenían grandes ambiciones en los siguientes aspectos:

• Él conocimiento: Al enterarse de que es por medio del conocimiento que las personas suben de nivel y es uno de los objetivos por lo que las naciones compiten, le dieron prioridad y soportaron las dificultades que se les presentaron para alcanzarlo y sobresalir en él.

• Él sacrificio: Son personas que están dispuestas a dar todo por lograr alcanzar el beneplácito de Dios, por medio del cual lograrán el éxito en esta vida y la del Más Allá.

• Él Paraíso: Para una persona que no tiene aspiraciones el Paraíso no es una prioridad. Hacer del Paraíso una ambición hace que el ser humano haga lo mejor en todos los asuntos, los mundanales y los del Más Allá.
 

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