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¿Por qué posponemos el arrepentimiento?

¿Por qué posponemos el arrepentimiento?

El arrepentimiento es la meta que finalmente todos buscamos. Toda persona sensata es consciente de sus numerosos pecados, y aquéllos que creen en Al-lah y Su Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, reconocen que serán hechos responsables por sus pecados y, por consiguiente, desean estar libres de las malas consecuencias de sus fechorías. El Islam ofrece al hombre la manera ideal para liberarse de la carga de sus pecados.

La palabra árabe Tawbah (arrepentimiento) significa literalmente 'volver'. En un contexto islámico, se refiere al acto de dejar lo que Al-lah Ha prohibido y volver o retornar a aquello que Él, Omnipotente, Ha ordenado.
El asunto del arrepentimiento concierne a todas las personas que creen en Al-lah y es vital para los musulmanes entenderlo, porque nuestra salvación en la otra vida depende de nuestro arrepentimiento, tal y como Ordena Al-lah en Su libro donde Dice (lo que se interpreta en español):
{Y pedid perdón a Al-lah por vuestros pecados ¡Oh, creyentes!, que así tendréis éxito [en esta vida y en la otra]} [Corán 24:31].
{Ciertamente Al-lah Ama a los que se arrepienten y purifican} [Corán 2:222].
Uno puede tener la intención real de arrepentirse, pero pueden existir algunos obstáculos en el camino del arrepentimiento. Si éste es el caso, entonces la persona necesita actuar sin vacilación y quitar esos obstáculos para despejar el camino que lleva a tener un alma feliz.
El aplazamiento del arrepentimiento puede ser el resultado de un deseo deliberado de prolongar el placer ilícito derivado del pecado, o de la duda por parte de un pecador ignorante que no sabe si Al-lah Aceptará su arrepentimiento.
Sin embargo, tenemos que tener la certeza que Al-lah nos Guiará al éxito y que nos Salvaguardará de nuestra propia malicia. También debemos estar seguros que Al-lah Perdona nuestros pecados y que Él, y sólo Él, Puede juzgarnos. Sólo Su Juicio merece nuestra preocupación y ansiedad. Así que sólo debemos temerle a Él, porque el arrepentimiento sincero borra todos los pecados y desobediencias.
La puerta del arrepentimiento siempre está abierta, hasta que...
La puerta del arrepentimiento siempre está abierta y no se cerrará en la cara de ninguna persona arrepentida, sin importar sus pecados. Pero esta puerta tiene dos candados que la pueden cerrar: la muerte y la inminencia del Día del Juicio. El primer candado fue mencionado en el Hadiz que dice: "Al-lah Acepta el arrepentimiento del siervo, siempre y cuando su muerte no esté cerca" [At-Tirmidi].
El otro fue mencionado en el Hadiz: "A quien se vuelva arrepentido hacia Al-lah antes de que el sol salga por el occidente (una de las señales del comienzo del fin de los tiempo), Al-lah lo Perdonará" [Ahmad].
Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {No serán perdonados quienes sigan obrando mal hasta que les sorprenda la muerte y entonces digan: Ahora me arrepiento. Ni tampoco quienes mueran siendo incrédulos; a éstos les tenemos reservado un castigo doloroso}. [Corán 4:18]
¡Oh alma distraída! Apúrate en tu arrepentimiento antes que el estruendo de la muerte suene y el tiempo de arrepentirte se agote. Que no te encuentre en un estado de desobediencia a tu Misericordiosísimo Señor. Satanás te da falsas esperanzas y te hace promesas vacías; trata de demorar tu arrepentimiento hasta que tu corazón se ponga tan duro como una piedra debido a tu persistencia en el pecado y desobediencia, y acabes encontrándote con tu Señor en un estado miserable. Si la puerta del arrepentimiento se cierra ante ti, nunca te será abierta de nuevo.
¿Qué nos impide arrepentirnos?
1. Tomar los pecados a la ligera:
El problema con muchos de nosotros hoy en día es que no tememos a Al-lah, lo cual significa que no pensamos con seriedad en desobedecerlo y por consiguiente caemos en el pecado, sin darle la menor importancia. Por lo tanto, deberíamos reflexionar en la declaración que Ibn Mas‘ud, que Al-lah esté complacido con él, hizo diciendo: "El creyente ve a sus pecados como si estuviese sentado bajo una montaña, la cual teme pueda derrumbarse sobre él; mientras que el malhechor considera sus pecados como moscas que pasan encima de su nariz, las cuales simplemente ahuyenta de esta manera (e hizo un ademán con su mano frente a su rostro para ilustrar sus palabras)" [Al Bujari].
El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "Tengan cuidado con los pecados menores, porque tales pecados son como un grupo de personas que se establecen temporalmente en el medio de un valle. Entonces, deciden hacer un fuego, por lo que cada uno de ellos trae una leña hasta que lo encienden, y pueden cocinar su pan. De la misma manera, los pecados menores (cuando se acumulan) pueden destruir a quien los comete" [Ahmad].
2. "¿Qué impotancia tiene? De todas formas acabaré cometiéndolo de nuevo":
Esta actitud es el resultado de una confusión. Si bien es verdad que una de las condiciones para el arrepentimiento es tener la intención real de no devolver al mismo pecado, esto, sin embargo, no significa que Satanás nunca más te tentará para cometer el mismo pecado de nuevo. Por lo tanto, si te has fallado a ti mismo, y has caído en el mismo pecado, no significa que tu primer arrepentimiento fue falso. Lo que debes hacer es apresurarte en arrepentirte nuevamente, con la intención real de no devolver a este pecado, teniendo presente que la misericordia de Al-lah es ilimitada.
3. "Al-lah Es MisericorAl-laho, así que déjenme pecar":
Cuando se les recuerda que deben arrepentirse y lo reprobable que es la desobediencia, algunas personas responden que Al-lah Es Perdonador, MisericorAl-lahísimo. Un ateo dijo una vez sarcásticamente: "Debes cometer cuantos pecados puedas, porque (al final) te encontrarás con un Señor que Es el más Generoso". No hay duda que tal actitud demuestra una ignorancia completa de la religión de Al-lah, porque la misericordia de Al-lah está cerca de los virtuoso bienhechores y no de los malhechores.
4. "Mi destino es ser un pecador":
Algunas personas deciden culpar a Al Qadr (el destino) por sus pecados. Por ejemplo, si le preguntas a cualquiera de ellos: "¿Por qué no realizas las oraciones? ¿Por qué no ayunas? ¿Por qué bebes o fumas? ¿Por qué no te arrepientes de tu desobediencia?" Responderá diciendo: "Éste es Al Qadr de Al-lah", o: "Estoy condenado ha hacer esto".
Se trata definitivamente de un grave concepto erróneo y una evasión de la verdad. Creer en Al Qadr no significa que uno está destinado a cometer pecados. Es verdad que Al-lah Ha escrito todas las acciones de los seres humanos, buenas o malas, y sólo Él Conoce lo oculto; pero el creyente no es forzado a realizar una buena acción, ni se obliga a cometer alguna desobediencia. Por el contrario, le ha sido concedida la habilidad de reflexionar, razonar y, a continuación, tomar una decisión libremente. Al Qadr sólo es responsable por las calamidades y bendiciones que un individuo puede enfrentar porque no puede hacer nada sobre ellas. Por ejemplo, si una pareja se casa y tienen tres hijos, entonces éste es su Qadr. No está permito echarle la culpa a Al Qadr por nuestros pecados y desobediencia porque hacerlo es semejante a estar en confrontación con Al-lah y mostrar descontento con Él.
El arrepentimiento borra todos los pecados, mayores y menores:
En su confusión, algunas personas pueden pensar que el arrepentimiento sólo se requiere para los pecados mayores. Debe notarse que es obligatorio arrepentirse de todos los pecados.
Incluso el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, quien no cometía pecados, le pedía a Al-lah diariamente que lo Perdonara. El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "¡Oh gentes! Arrepentíos. Juro por Al-lah que yo me arrepiento ante Él más de setenta veces todos los días"[Al Bujari].
Por consiguiente, todos necesitamos temer a Al-lah, pedirle Su perdón y ser conscientes que no hay pecado menor junto con la persistencia, y no hay pecados mayores si buscas el perdón de Al-lah (es decir, si el pecado menor se comete constantemente, se convierte en uno mayor). Por lo tanto, el arrepentimiento sincero borra todos los pecados cometidos.
¡No desesperes!
Puede que alguien diga: "Quiero arrepentirme, pero mis pecados son demasiados". Pero Al-lah Dice (lo que se interpreta en español): {Diles [¡Oh, Muhammad! a quienes transmitan Mi Mensaje que Yo Digo]: ¡Oh, siervos Míos! Vosotros que os habéis excedido [cometiendo pecados] en detrimento propio, no desesperéis de la misericordia de Al-lah; por cierto que Al-lah Puede perdonar todos los pecados, porque Él Es Absolvedor, Misericordiosísimo}[Corán 39:53].
Por consiguiente, nunca debemos perder la esperanza o dejar de pedir el perdón de Al-lah. Su importancia se muestra a nosotros en el Hadiz en el que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "¡Oh gentes! Volveos a Al-lah en arrepentimiento y buscad Su perdón, pues yo me arrepiento cien veces todos los días" [Muslim].
El arrepentimiento es un acto de adoración tan grandioso que realizarlo puede borrar todos nuestros pecados, como el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "El que se arrepiente del pecado es como el que no tiene pecado" [Ibn Mayah].

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