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Él trato del Profeta hacia los cautivos de Bader (Parte 2)

El trato del Profeta hacia los cautivos de Bader (Parte 2)

E)- Abu Al ‘As ibn Ar-Rabi‘, esposo de Zainab, hija del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam:

‘A’ishah, que Al-lah esté complacido con ella, dijo: "Cuando la gente de La Meca envió al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, unos mensajeros para rescatar a sus cautivos, Zainab, que Al-lah esté complacido con ella, envió dinero para rescatar a Abu Al ‘As ibn Ar-Rabi‘. También, envió un collar que le dio Jadiyah, que Al-lah esté complacido con ella, en el día de su boda. Cuando el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, vio el collar, sintió un afecto profundo y les dijo: "Si aceptáis liberar a su cautivo y devolverle lo que ella envió, hacedlo". Los Sahabah, que Al-lah esté complacido con ellos, dijeron: "Sí, Mensajero de Al-lah". Así pues, le liberaron y le dieron lo que ella envió. El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le hizo prometer dejar a Zainab, que Al-lah esté complacido con ella. Así, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, envió a Zaid ibn Harizah y a un hombre de Al Ansar, diciéndoles: "Quedados en Ia’yiy (un lugar que se sitúa ocho millas de distancia de La Meca), hasta que Zainab pase y acompañadla hasta que llegue aquí." [Abu Dawud]
Abu Al ‘As ibn Ar-Rabi‘, esposo de la hija del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, nunca se opuso a Ad-Da‘wah, ni dañó a los Sahabah, que Al-lah esté complacido con ellos, de ningún modo. Él estaba ocupado de su trabajo y comercio, además, sentía vergüenza del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, por eso, no participaba en las actitudes violentas de de Quraish contra Ad-Da‘wah.
En Gazwat Badr, Abu Al ‘As, yerno del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, estaba entre los cautivos que no luchaban fuertemente en la batalla. Cuando Quraish empezó a rescatar a sus cautivos, Zainab, que Al-lah esté complacido con ella, hija del Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y esposa de Abu Al ‘As, envió dinero para rescatar a su esposo. También, envió un collar que su madre, Jadiyah, que Al-lah esté complacido con ella, le había regalado en el día de su boda. Cuando el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, vio el collar de su hija, sintió un profundo afecto, porque este collar le hizo revivir experiencias paternas, matrimoniales, y familiares. El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, era un padre que tenía los sentimientos paternales más altos y honorables. Por eso, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, fue a sus Sahabah, que Al-lah esté complacido con ellos, pidiéndoles amablemente devolver a Zainab, que Al-lah esté complacido con ella, lo que ella envió, y al mismo tiempo, no impidió su derecho de tomar aquel rescate, si querían. Esta amabilidad les animó a hacer lo que pidió el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Pues el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, les dijo: "Si aceptáis liberar a su cautivo y devolverle lo que ella envió, hacedlo".
Este estilo es muy amable, de manera que es lo que más influye en las almas nobles, estimulándolas a responder alegre y satisfactoriamente.
Esta situación que muestra la misericordia y la piedad del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y su bondad hacia su hija lleva otro objetivo, que es suavizar el corazón de su yerno para abrazar el Islam, porque era conocido que este hombre era sabio y sensato. El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, solía elogiarle por su buen trato, aunque era todavía un politeísta.
F)- Abu ‘Azzah ‘Amr ibn ‘Abdul-lah Al Yumahi entre la misericordia y la severidad profética:
Abu ‘Azzah era un hombre pobre que tenía hijas. Dijo: "¡Mensajero de Al-lah! Sabes que estoy necesitado y que tengo niños, por favor perdóname sin rescate". El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, lo liberó y lo hizo prometer no apoyar a ninguno de los enemigos del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam.
Ibn Kazir, que Al-lah le dé Su perdón, dijo: "Luego, Abu ‘Azzah rompió su promesa con el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, pues fue influido por los incrédulos quienes cambiaron su mente y así, volvió a apoyarles. Durante Gazwat Uhud, Abu ‘Azzah fue nuevamente capturado y pidió al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, perdonarle otra vez. El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le dijo: "Nunca te permitiré entrar en La Meca con orgullo, diciendo: He traicionado a Muhammad dos veces." Después, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, ordenó a los Sahabah, que Al-lah esté complacido con ellos, ejecutarlo, y lo hicieron".
El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, fue amable con él, y le perdonó sin tomar rescate de él la primera vez, cuando le dijo que él era pobre y responsable de varias hijas. Sin embargo, él no cumplió su promesa de no atacar al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y de no participar en guerras contra él, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Al ser capturado en Gazwat Uhud, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, le trató severamente, ordenándoles a los Sahabah, que Al-lah esté complacido con ellos, ejecutarlo.
G)- Suhail ibn ‘Amr y su cautividad, y lo que dijo Sawdah, que Al-lah esté complacido con ella, acerca de él:
‘Abdur-Rahman ibn As‘ad ibn Zurarah, que Al-lah esté complacido con él, dijo: "Los cautivos fueron llevados a Medina, mientras Sawdah bint Zam‘ah, esposa del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, estaba con la gente de ‘Afra’ que estaba lamentando por ‘Awf y Mu‘awidh, los dos hijos de ‘Afra’. Esto ocurrió antes de que fuera obligatorio llevar Al Hiyab. Sawdah dijo: "Por Al-lah, estaba allí cuando la gente dijo que los cautivos habían llegado. Yo volví a mi casa donde estaba el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Al entrar en la casa, vi a Abu Iazid Suhail ibn ‘Amr en un lado del cuarto, cuyas manos estaban sujetadas hacia su cuello con una cuerda. Entonces, yo no pude controlarme a mí misma y dije: "¡Abu Iazid! ¿Os habéis entregado voluntariamente?, ¿Por qué no habéis luchado hasta la muerte?" De repente, oí al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, diciendo: "¡Sawdah! ¿Le provocas contra Al-lah y Su Mensajero?" Dije: "¡Mensajero de Al-lah! Juro por Aquel que te Envió con la verdad, no pude controlarme a mí misma cuando vi a Abu Iazid con las manos sujetadas hacia el cuello, por eso, dije lo que dije.
Mikraz ibn Hafs ibn Al Ajyaf vino para rescatar a Suhail ibn ‘Amr. Cuando negoció con los musulmanes y se puso de acuerdo con ellos, le dijeron: "Danos el rescate". Mikraz ibn Hafs dijo: "Tomadme en su lugar y liberadlo hasta que os envíe su rescate". De hecho, liberaron a Suhail y detuvieron a Mikraz hasta que consiguieron el rescate. Fue relatado en un Hadiz Mursal que ‘Umar ibn Al Jattab, que Al-lah esté complacido con él, dijo al Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam: "Déjame quitar los dientes delanteros de Suhail ibn ‘Amr para que no pronuncie más discursos contra ti." El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "No, no quiero mutilarlo para que Al-lah, Glorificado Sea, no me Mutile, a pesar de que soy un Profeta". Luego, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "Un día pronunciara un buen discurso."
Ibn Kazir, que Al-lah le dé Su perdón, dijo: "Esto ocurrió cuando el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, murió, y los árabes renegaron del Islam, y la hipocresía apareció en Medina y en otros lugares. Pues entonces, Suhail pronunció un discurso en La Meca para mantener a la gente firmes en el Islam, diciendo dijo: "¡Gente de Quraish! No seáis la última gente que abrazó el Islam y la primera que volvió a la apostasía. A quien nos llene de dudas, le mataremos.
El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, rechazó quitar los dientes delanteros de Suhail, considerando esto como una mutilación y deformación de la creación de Al-lah, pues dijo a ‘Umar, que Al-lah esté complacido con él: "No, no quiero mutilarlo para que Al-lah, Glorificado Sea, no me Mutile, a pesar de que soy un Profeta."
Esto es uno de los ejemplos del Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, que ha dispuesto como guía para su Ummah, al obtener la victoria contra sus enemigos.
H)- Enseñar a cambio de libertad:
Ibn ‘Abbas, que Al-lah esté complacido con él, dijo: "En el día de Bader, algunos cautivos no tenían dinero para rescatarse a sí mismos. Entonces, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, hizo que su rescate sea enseñar a diez de los hijos de Al Ansar cómo leer y escribir. Así, los cautivos se apresuraron a enseñar a los muchachos para rescatarse a sí mismos". El hecho del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, de aceptar esta enseñanza como rescate, a pesar de su necesidad de dinero, muestra lo elevado de la posición del conocimiento y la ciencia desde el punto de vista del Islam, y la preocupación del Islam por eliminar el analfabetismo. Esto no es extraño, pues la primera aleya que se reveló era (lo que se interpreta así en español): {¡Lee! [¡Oh, Muhammad!] En el nombre de tu Señor, Quien Creó todas las cosas. Creó al hombre de un cigoto. ¡Lee! Que tu Señor Es el más Generoso. Enseñó [la escritura] con el cálamo.}[Corán 96:1-4]
Hay muchos textos en el Corán y la Sunnah que estimulan a aprender las ciencias y muestran la gran posición de los eruditos y los ulemas. Por esta noble actitud, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, fue un pionero de la eliminación del analfabetismo y la difusión de la lectura y la escritura. El Islam fue la primera religión que lo hizo.
I)- El juicio acerca de los cautivos:
El veredicto acerca de los cautivos en el Islam pues es que dependen de la opinión del Imam. Éste puede escoger cualquiera de las cuatro opciones siguientes según el interés público de los musulmanes. Estas cuatro opciones son:
● La ejecución: El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, mató a ‘Uqbah ibn Abu Mu‘ait y a An-Nadr ibn Al Hariz.
● El perdón: Significa liberar al cautivo sin pedir nada a cambio. El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, lo hizo con Abu ‘Azzah Al Yumahi.
● El rescate: Es liberar al cautivo a cambio de dinero. Esto ocurrió con Al ‘Abbas, tío del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, Nawfal ibn Al Hariz, ‘Uqail ibn Abu Talib y otros.
● La esclavitud: Sa‘d ibn Mu‘adh, que Al-lah esté complacido con él, hizo esto con los judíos de Banu Quraidhah, pues juzgó matar a los guerreros, dividir el dinero y esclavizar a los niños y a las mujeres.

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