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Él peregrinaje, el quinto pilar del Islam

El peregrinaje, el quinto pilar del Islam

El peregrinaje fue prescrito en el sexto año de la Hégira. Basta que el musulmán peregrine una sola vez en su vida, y hacerlo más de una vez es algo opcional.
Al peregrino que Al-lah le acepta su peregrinaje (Hayy) se le anuncia que volverá a su casa habiendo sido perdonado por todos sus pecados. El Profeta, la paz y bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “Quien hace el Hayy sin cometer obscenidades ni actos corruptos quedará libre de sus pecados, como si hubiese vuelto a nacer” (Bujari y Muslim).
En este artículo te guiaremos a través de los pasos del peregrinaje tratando de ser breves pero sin dejar de lado nada importante
El Miqát
Se llama Miqát a un lugar desde donde el peregrino se consagra para el Hayy vistiendo su Ihrám.
Cuando llegas al Miqát debes tomar un baño ritual (ghusl) y perfumar tu cuerpo, no las prendas del Ihrám. Luego, debes vestir las dos piezas del Ihrám sin ponerte nada sobre la cabeza. Ambas piezas de tela deben estar libres de costuras para rodear el cuerpo.
Una pieza de tela cubre el torso y los hombros, y la otra cubre de la cintura hacia abajo. El Ihrám para la mujer es cualquier prenda de vestir que cubra todo el cuerpo, menos la cara y las manos, cumpliendo los requerimientos de la Sharía islámica y sin usar perfumes. Si es la hora del rezo obligatorio al vestirse el Ihrám, se lo hace; y si no lo es, se rezan dos rak’at después de hacer el wudú.
Debes iniciar tu consagración en estado de Ihrám proclamando el tipo de peregrinaje que deseas realizar. Si deseas hacer Hayy Ifrad debes decir: “Labbaika Al-lahumma Hayyan”. Si deseas hacer en peregrinaje tipo Qirán, debes decir: “Labbaika Al-lahumma ‘Umratan wa Hayyan”. Si deseas hacer peregrinaje Tamattu’ debes decir: “Labbaika Al-lahumma ‘Umratan”, y después de hacer la ‘Umrah quedas libre de la restricciones del Ihrám.
Después debes entonar un cántico propio del peregrinaje que dice: “Labbaika Al-lahumma Labbaik. Labbaika la sharika laka labbaik. Inalhamda wanni’mata laka wal mulk, la sharik lak”.
Cuando estás en estado de Ihrám no puedes hacer nada de lo siguiente: vestir ropas que encierren el cuerpo por medio de costuras, recortar o rasurar cualquier vello o pelo corporal, usar perfume en el cuerpo o la ropa, cortarse las uñas, cazar, comer carne silvestre que fuese cazada para uno o para otro peregrino, casarse, mantener relaciones maritales o incurrir en el proceso que lleva a ambos.
La mujer peregrina tiene prohibido usar niqab (tela que cubre el rostro) o guantes.
Llegando a La Meca
Cuando entres a la mezquita sagrada de La Meca (Al Masyid Al Haram), debes hacerlo con tu pie derecho y diciendo:
“Bismil-lah; Al-lahumma Sal-li ‘ala Muhammad. Al-lahumma ghfirli waftahli abwaba Rahmatik” (en el nombre de Al-lah, oh, Al-lah bendice a Muhammad. Oh, Al-lah, perdóname y ábreme la puertas de Tu misericordia). Hay que entrar con humildad y agradecimiento por las gracias concedidas por Al-lah.
Antes de iniciar el Tawaf (circunvalación de la Ka’ba) debes llevar la parte superior de tu Ihrám de modo que el hombro derecho quede descubierto (idhtiba’). Esto se hace exclusivamente durante el Tawaf.
Inicia el Tawaf desde la altura de la piedra negra manteniendo la Ka’ba a tu izquierda. Si puedes, besa la piedra negra; sino, debes indicar con tu mano derecha en su dirección sin incomodar a los demás, y decir: “Bismil-lah Al-lah Akbar”. Luego debes dedicarte a alabar a Al-lah, rogarle y pedirle perdón.
Da las primeras tres vueltas con un ligero trote y las últimas cuatro caminando. Este trotecito de llama Ramal.
Toca la esquina yemení con tu mano derecha de ser posible cada vez que pases por ahí. Si no puedes hacerlo, no la señales con tu mano. Cuando pasas entre ambas esquinas se recomienda decir: “Rabbana atina fid-dunia hasanatan wa filajira hasanatan waqina ‘adhaban-har”.
Debes circunvalar la Ka’ba siete veces, iniciando en la piedra negra y terminando en ella, diciendo Al-lahu Akbar cada vez que pasas por ella. Luego debes cubrirte el hombro y debes decir “wattajidu mim-maqami Ibrahima musal-la” mientras te pones detrás del Maqam Ibrahim [Corán 2:125]. Lo debes decir en árabe si puedes; si no puedes, debes rezar dos rak’at atrás del Maqam o en cualquier lugar de la mezquita si está muy llena. Recita el capítulo 109 en la primera rak’a y el capítulo 112 en la segunda.
Luego asciende la colina de As-Safa y recita en árabe: “Inna As-safa wal Marwata min sha’aer il-lah” [Corán 2:157]. Después de esto debes decir: “Inicio con lo que inició Al-lah…”, luego miras hacia la Ka’ba y levantas tus manos en plegaria diciendo tres veces: “La ilaha il-la Al-lah wahdah, Angaza wa’dah wa na sara ‘abdah, wa hazama al ahzaba wahdah” (no hay más dios que Al-lah, el Único. Cumplió Su promesa y asistió a Su siervo, y derrotó Él solo a los aliados). Luego pide por ti.
Desciende de As-Safa y dirígete hacia Al Marwa, cuando pases entre dos señales verdes debes correr y, al pasar por la segunda, debes volver a caminar hasta llegar a Al Marwa. Debes aprovechar para rogar a Al-lah por ti mientras caminas.
Cuando llegues a Al Marwa debes ascender, dirigirte a la Ka’ba y decir lo mismo que dijiste estando sobre As-Safa. Allí entonces completaste una vuelta de las siete. Cuando vuelvas hacia As-Safa, hazlo pausadamente y corre entre ambas señales verdes. Repetirás los mismos pasos en cada vuelta.
Raparse o recortarse el pelo
Después del Sa’i (caminar siete trayectos entre As-Safa y Al Marwa), si estás haciendo Hayy Tamattu’ se recomienda que te recortes y no te rasures tu cabello. Con esto has completado los ritos de la ‘Umrah, las prohibiciones del Ihrám se levantan y puedes retornar a tus actividades normales. Pero si estás haciendo Hayy Qirán o Hayy Ifrad, debes mantener tu estado de Ihrám y este Sa’i te es suficiente, pudiendo omitirlo al final del peregrinaje.
El día de la Tarwia
En el octavo día del mes de Dhul Hiyya el peregrino que está haciendo Hayy Tamattu’ debe asumir el estado de Ihrám nuevamente desde donde reside en La Meca y dice: “Labbaika Al-lahumma Hayyan”.
Lo mejor es irse a la zona de Mina por la mañana. En Mina los peregrinos rezan el Dhuhur, el ‘Aser, el Magrib y el ‘Isha del día 8 del mes, y el Fayer del día 9 (día de Árafah). El Dhuhur, el ‘Aser y el ‘Isha deben ser reducidos a dos rak’át cada uno pero no se juntan. Uno debe aprovechar el tiempo para aumentar las alabanzas a Al-lah, las plegarias y repetir la Talbia.
La partida hacia Árafah
En el noveno día del mes de Dhul Hiyya (día de Árafah) debes quedarte en la planicie de Árafah hasta el ocaso. Es preferible rezar el Dhuhur y el ‘Aser en Árafah abreviados y juntos en el horario del Dhuhur. Asegúrate de estar dentro de los límites de Árafah aunque no es necesario pararte encima del monte. Debes dedicar la mayor parte del día para alabar a Al-lah, para rogarle y pedirle perdón elevando tus manos en súplica, como hizo el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él.
Partiendo hacia Muzdalifah
Después de la puesta del sol del día de Árafah, con calma y devoción debes abandonar la planicie de Árafah y dirigirte hacia la zona de Muzdalifah como aconsejó el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él. Allí en Muzdalifah debes rezar juntos los rezos del Magrib y el ‘Isha, abreviando el ‘Isha en dos rak’at. Debes pasar la noche en Muzdalifah para rezar allí el Fayer al día siguiente. Luego debes dedicarte a alabar y suplicar a Al-lah.
Lanzando las piedras al obelisco mayor
Antes del amanecer debes dirigirte a la zona de Mina nuevamente para lanzar tus guijarros. Camina con calma entonando la Talbia durante el camino. Cuando llegues al obelisco mayor de Al ‘Aqaba (Yamratul ‘Aqaba) deja de entonar la Talbia y lanza tus siete guijarros al obelisco, diciendo “Al-lahu Akbar” cada vez que lances uno.
Fin de la primera fase del Ihram
Después de apedrear el Yamratul ‘Aqaba, el peregrino se dedica a sacrificar su ofrenda en persona o designa a alguien que lo haga por él. Debe comer parte del animal sacrificado y otra parte donarla a los necesitados de La Meca. El rito final del décimo día es el de recortarse el cabello o raparse la cabeza; raparse trae mayor recompensa. Para las mujeres basta que se recorten el cabello el equivalente al largo de una falange del dedo.
Apedrear Yamratul ‘Aqaba y recortarse o rasurarse el cabello simbolizan el fin de la primera fase del estado de Ihrám y el levantamiento de las restricciones, excepto la prohibición de tener relaciones sexuales.
Tawaf Al Ifada
Después de realizar todos estos ritos en el décimo día, dirígete al centro de La Meca y realiza el Tawaf Al Ifada, que consiste en circunvalar siete veces la Ka’ba y rezar dos rak’at detrás del Maqam Ibrahim, si se puede, sin empujar ni dañar a los musulmanes; si no se puede, se reza en cualquier lugar de la Mezquita Sagrada. Luego realiza el Sa’i entre As-Safa y Al Marwa si estás haciendo Hayy Tamattu’ o si estás haciendo Hayy Qiran o Hayy Ifrad y no lo hiciste al llegar a La Meca con tu primer Tawaf.
Después del Tawaful Ifada todas las restricciones del Ihrám se levantan, incluida la de las relaciones sexuales entre esposos. Este Tawaf se puede postergar hasta que terminen los días que se pasan en Mina.
Pasar la noche en Mina
Después de Tawaful Ifada debes volver a Mina y pasar allí los días del Tashriq (11, 12 y 13 de Dhul Hiyya). Las primeras dos noches son un ritual obligatorio del Hayy que se debe cumplir, mientras que la tercera noche es opcional.
Lanzar los guijarros en Mina
Durante cada uno de los días de Tashriq debes lanzar guijarros a los obeliscos llamados Yamarát (el mayor, el mediano y el menor), diciendo “Al-lahu Akbar” cada vez que lances uno de los siete guijarros sucesivamente a cada obelisco. El tiempo apropiado para lanzar los guijarros es después del mediodía. Se recomienda, después de apedrear el primer obelisco y el segundo, dirigir el rostro hacia la Ka’ba y rogar a Al-lah. Después de apedrear el último obelisco (el mayor) no se acostumbra detenerse para hacer súplicas.
El Tawaf de despedida
Este Tawaf de despedida es el último ritual del peregrinaje. Cuando estés dispuesto a retornar a tu tierra de origen debes ir a la Ka’ba y circunvalarla siete veces para el Tawaf de despedida. Las mujeres que están menstruando y las que están con el posparto están exentas de este Tawaf.

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