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Daños y perjuicios

Al-lah, el Altísimo, ha prohibido usurpar la propiedad de otras personas y ha impuesto responsabilidad por cualquier daño que sufra la propiedad tomada sin derecho, incluso si fue por error. Quien dañe la propiedad de otra persona (lo que es grave) sin el permiso de su dueño, es responsable financieramente de compensarlo.
El Imam Al Muwaffaq, la misericordia de Al-lah sea con él, dijo: “No hay desacuerdo jurídico a este respecto, sea el daño intencional o no, y sea el causante legalmente responsable o no”.
Del mismo modo, quien cause daño en la riqueza de otra persona, es financieramente responsable de ello. Por ejemplo, cuando una persona abre una puerta y esto es causa de que se pierda o sea robado lo que estaba encerrado, o cuando abre un contenedor y se desperdicia o daña lo que estaba dentro, es responsable. Igualmente, si alguien ata una cabalgadura en una calle estrecha, causando que un transeúnte tropiece y resulte herido o perjudicado, debe pagarle por el daño causado. Esto es igual para quien estaciona un automóvil, es responsable de compensar el daño. Esta opinión se basa en el hadiz reportado por Ad-Daraqutni y otros, que dice: “Si alguien ata un animal en uno de los caminos de los musulmanes o en uno de sus mercados, y esta pisa a alguien (o algo) con una de sus patas delanteras o traseras, es responsable de ello” (Ad-Daraqutni y Al Baihaqi).
La misma regla se aplica cuando uno deja arcilla, un trozo de madera o una piedra en un camino, o cava un hoyo en él causando daños o lesiones a un transeúnte. Del mismo modo, si alguien tira cáscaras de sandía o banano, o deja agua en la calle, provocando que un peatón se resbale y se lastime, debe compensarlo. Las personas que realizan estas acciones son responsables financieramente de los daños resultantes, ya que tales actos se consideran transgresiones.
Infortunadamente, hay muchos casos de descuido en todas partes hoy en día: se cavan demasiados agujeros sin cuidado en calles y carreteras, se dejan bloques y obstáculos, y esa falta de atención causa mucho daño debido a la falta de control y supervisión. Algunas personas incluso ocupan las calles como si les pertenecieran, dedicándolas a su uso privado, causando perjuicio a quienes pasan por allí, sin preocuparse de los pecados que están cometiendo de esa manera ni del castigo que les espera.
Uno de los casos en los que se incurre en responsabilidad financiera es cuando uno tiene un perro agresivo y este muerde a un transeúnte. El dueño del perro es responsable de compensar los daños o lesiones resultantes, ya que tener dicho perro es un acto de transgresión. Por otro lado, si alguien cava un pozo en su patio para su propio beneficio, es responsable por cualquier daño que este pueda causar y está obligado a mantenerlo en una condición que evite dañar a los demás; sin embargo, si lo deja sin tomar precauciones, es considerado un transgresor.
Además, si alguien posee ganado está obligado a mantenerlo alejado de los cultivos para que no los dañe, en especial durante la noche, de lo contrario es responsable financieramente de cualquier daño que el ganado cause. El Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, juzgó en tal caso: “Los dueños de la propiedad (es decir, del ganado) deben mantenerla durante el día y son responsables del daño que cause durante la noche” (Imam Ahmad, Abu Dawud e Ibn Mayah).
El dueño de un animal doméstico no es responsable durante el día, a menos que lo deje suelto cerca de donde pueda causar daños. Al Bagawi, la misericordia de Al-lah sea con él, dijo: “Los eruditos sostienen la opinión de que los dueños del ganado que pasta no son responsables de las propiedades que dañe durante el día. Sin embargo, sus dueños son responsables de cualquier daño que causen en la noche, pues es convencional que los dueños de jardines y huertos los protejan adecuadamente durante el día, mientras que los dueños del ganado deben retenerlo durante la noche. Por lo tanto, quien rompe este hábito se ha desviado de la convención. Esto es en caso de que el dueño del ganado esté ausente, pero si está allí tiene que pagar por daño que este cause”.
En el Corán, Al-lah menciona una historia sobre los profetas Dawud (David) Sulaimán (Salomón), la paz sea con ellos, y su juicio con respecto a un caso similar de daño. Al-lah, Glorificado sea, dice: {[Recuerda] cuando [los Profetas] David y Salomón emitieron su fallo sobre un campo sembrado en el que las ovejas de su vecino [habían ingresado por la noche arruinándolo], y fui testigo de su sentencia. Le hice comprender a Salomón [el veredicto más justo], y a ambos les concedí conocimiento y sabiduría. A David le sometí las montañas y los pájaros para que cantaran junto a él alabanzas a Dios. Así lo hice} [Corán 21:78-79].
El Shaij Al Islam Ibn Taimiah, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “Según el Corán, Salomón, la paz sea con él, fue claramente favorecido al entender la sabiduría de la responsabilidad en igualdad de condiciones. Las ovejas pastaban por la noche y dañaron un viñedo. David, la paz sea con él, juzgó que los pastores debían pagar el valor exacto del daño, y luego estimó que todas las ovejas debían ser entregadas al dueño del huerto. Sin embargo, Salomón, la paz sea son él, juzgó que los dueños de las ovejas eran responsables por el daño al huerto y debían pagar su valor equivalente en compensación, cultivando el huerto hasta que regresara a su estado original. Él no privó a los dueños del huerto de los cultivos que se suponía iban a producirse desde el momento del daño hasta el momento de la recuperación. Así, Salomón, la paz sea con él, les dio a los dueños del huerto las ovejas para que se beneficiaran de ellas tanto como los dueños de las ovejas solían beneficiarse del huerto. En otras palabras, utilizarían las ovejas de los pastores a cambio de las frutas que echaban de menos de su huerto, hasta que los pastores volvieran a cultivar el huerto en compensación. Entonces, Salomón, la paz sea con él, evaluó las dos garantías y las halló iguales, y ese fue un ejemplo del conocimiento con que Al-lah lo favoreció y la sabiduría con que lo elogió”.
Si un animal ha sido conducido o montado por alguien, este es responsable solo de lo que dañe con sus órganos frontales, como las patas delanteras o la boca. Sin embargo, no es responsable por lo que dañe el animal con sus partes de atrás, como las patas traseras, ya que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “No hay compensación por lo que sea dañado (o muerto o herido) por la pierna de una bestia” (Al Bujari y Muslim).
El Shaij Al Islam Ibn Taimiah, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “Los perjuicios o daños causados por animales como vacas, ovejas y similares, no deben ser compensados (por su dueño) si están sin correa. Esto ocurre, por ejemplo, cuando un animal se desprende de la persona que lo dirige y luego causa el daño. En este caso, no hay responsabilidad financiera de parte de su dueño por el daño causado, siempre que el animal no esté acostumbrado a morder y que su dueño no haya sido negligente en retenerlo durante la noche y mantenerlo lejos de los mercados y de las reuniones de personas”.
Algunos otros eruditos sostienen la misma opinión, y afirman que no hay compensación (por el daño causado) si el animal se escapa y deambula sin rumbo sin un líder ni jinete, a menos que sea una bestia salvaje.
Además, si alguien es atacado por un ser humano o un animal, y matar al animal es la única forma de detenerlo, entonces no hay compensación para esa persona en caso de que lo mate. Esto es porque en este caso matar es un medio de defensa permitido, por lo que no hay responsabilidad por sus consecuencias. Además, matar a un asaltante en defensa propia no convierte a quien mata en asesino, sino que el asaltante es considerado suicida en este caso. El Shaij Taquiud Din, que Al-lah lo tenga en Su misericordia, dijo: “Una persona debe detener al asaltante, y si este no puede ser detenido excepto matándolo, está permitido que la persona lo haga, de acuerdo con el consenso jurídico a este respecto”.
Entre los objetos por los que no hay compensación en caso de daño están los instrumentos musicales y de entretenimiento, cruces, contenedores de vino y libros sobre desvíos, supersticiones, disolución y despilfarro. Esto se implica en el hadiz relatado por el Imam Ahmad, la misericordia de Al-lah sea con él, en la autoridad de Ibn Omar, que Al-lah esté complacido con él, que narró que el Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, le ordenó que le llevara un cuchillo, y luego fue a los mercados de Medina donde había envases de cuero que contenían intoxicantes traídos de Ash-Sham (El Levante: la región que comprende Siria, el Líbano, Jordania y Palestina). Ibn Omar, que Al-lah esté complacido con él, agregó que aquellos contenedores de vino fueron desgarrados por cuchillos en presencia del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, que les ordenó a sus compañeros que hicieran lo mismo (Ahmad). Este hadiz prueba que la obligación religiosa de destruir esas cosas inmorales no tiene compensación alguna. Sin embargo, esto debe realizarse bajo el control y la supervisión de las autoridades, a fin de garantizar los intereses públicos y evitar cualquier maldad o corrupción resultante.

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