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La tribulación y la sedición sucedidas en el tiempo de los Sahabah (parte 9 de 10)

La tribulaciَn y la sediciَn sucedidas en el tiempo de los Sahabah (parte 9 de 10)

La Batalla de Al Yamal

Tras este desacuerdo, ‘Ali, que Al-lah Esté complacido con él, consideró que debía hacer entrar en razón a Mu’awiah y a la gente de Sham así hubiera que utilizar la fuerza, pues no se podía permitir que esta región se manejara independientemente o que se separara del Estado Islámico. Especialmente, porque había sacrificado algo tan importante para él y para la Ummah en general, como fue el ajusticiar a los culpables del asesinato de ‘Uzman, todo por proteger la Ummah, sus principios, su conocimiento, su religión y mantener la unidad. Sin embargo, Mu’awiah veía que, al no haberle jurado fidelidad al nuevo Califa, no tenían, él y su gente, obligación alguna con éste.

Pero mientras que ‘Ali, que Al-lah Esté complacido con él, se preparaba para salir con su gente hacia Sham, se encontró con la noticia de que un ejército encabezado por un grupo de Sahabah de la Meca, encabezado por ‘A’ishah, Az-Zubair y Talhah, que Al-lah Esté complacido con todos ellos, se dirigían hacia Basora para atrapar a los criminales y a quienes participaron directa o indirectamente en el asesinato del Califa ‘Uzman, que Al-lah Esté complacido con él; este ejército fue conocido como el del Yamal. Su intención era apoyar al Califa ‘Ali, pues veían que se encontraba en una posición muy difícil y conflictiva, misma que le impedía ajusticiar a los asesinos, además querían conciliar y arreglar las diferencias entre los musulmanes. Tomaron su decisión en base a buenas intenciones, pero no consultaron ni informaron al Califa.

Este movimiento sorprendió a ‘Ali, que Al-lah Esté complacido con él, quien decidió inmediatamente cambiar sus planes, en vez de dirigirse a Sham, se dirigió hacia Basora, no para luchar contra estos Sahabah, sino para disuadirlos y pedirles que regresaran a Medina. Su hijo, Al-Hasan, que Al-lah Esté complacido con él, le aconsejó que no lo hiciera, que no saliera, pues él consideraba que este hecho generaría un conflicto entre ambos ejércitos, lo cual generaría perdidas en ambos frentes. ‘Ali, que Al-lah Esté complacido con él, se mantuvo firme en su resolución, así que partió al encuentro de los Sahabah que habían salido de la Meca.

El Wali (gobernador) de Basora, nombrado por ‘Ali, al enterarse de que un ejército proveniente de la Meca se dirigía a su ciudad para atacarla, salió a su encuentro para detenerlo. Basora estaba llena de personas que habían participado en la Fitnah contra el Califa ‘Uzman, que Al-lah Esté complacido con él, y su magnicidio. Al encontrarse, el ejercitó del Yamal, se vio obligado a luchar y al final vencieron a sus atacantes.

El Califa ‘Ali, que Al-lah Esté complacido con él, pretendía prevenir cualquier conflicto y enfrentamiento entre la gente de la Meca y la de Basora, y buscaba reconciliar ambas partes; además, quería que los primeros regresaran a Median, como habíamos mencionado. Por eso, cuando llegó a un lugar llamado Dhu Qar, vio que era pertinente enviar un emisario para convencer a los dirigentes del ejército del Yamal para que desistieran de su propósito e hicieran lo que él les pediría. Para esta misión escogió a Al Qa’qa’a, que Al-lah Esté complacido con él, uno de los Sahabah del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam; antes de enviarlo le dijo: “Al hablar con ellos, llámales a la unidad y la reconciliación. Hazles ver la división como algo muy grave y reprobable. ¿Cómo vas a hacer para negociar con ellos en asuntos que yo no te mandado o recomendado?” Al Qa’qa’a le respondió: “Lo primero que les diré será todo lo que me haz ordenado. Si ellos luego hablan sobre algo que no me has mandado, pues entonces les responderé en base a mi conocimiento y entendimiento, diciéndoles sólo lo que es debido y respondiendo en principio de lo que sea más conveniente”. Esta respuesta satisfizo a ‘Ali, así que lo envió.

Al llegar a Basora, con la primera que se reunió fue con ‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella. Luego de saludarla, le preguntó: “Madre (título de respeto que se les concedió a todas las esposas del Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, ellas son las madres de los creyentes), ¿qué es lo que te ha hecho venir a esta ciudad?”. Contestó: “La reconciliación entre la gente, hijo mío”. Le pidió que mandara a llamar a Talhah y a Az-Zubair, que Al-lah Esté complacido con todos ellos, para que junto con ellos escuchara lo que él venía a ofrecerles y decirles. Cuando se presentaron, Al Qa’qa’a les dijo: “Le pregunté a la madre de los creyentes sobre cuál era el objetivo de su venida a esta ciudad, y ella me dijo que buscaba la reconciliación entre la gente. ¿Ustedes están con ella en su propósito o en contra? Contestaron: “Totalmente de acuerdo”.

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