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Los derechos de los vecinos en el Islam

Los derechos de los vecinos en el Islam

El Islam favorece al vecino con muchos derechos, como los siguientes:

  • Ayudarle cuando necesite ayuda.
  • Prestarle cuando necesite dinero. El vecino de uno tiene más derecho que la gente ajena a la asistencia caritativa. Entonces, uno debe apresurarse a ayudarle, aunque él no lo pida.
  • Felicitarle cuando le pasan cosas buenas.
  • Consolarlo durante las desgracias.
  • Seguir su procesión fúnebre.
  • No construir por encima de lo que él ha construido sin su permiso, no sea que le bloquees la ventilación.
  • No entristecerlo con el aroma de tu comida excepto que vayas a darle algo de lo que cocinas.
  • No exhibir ante él las bondades y gracias que has recibido de Al-lah, no sea que lo entristezcas.
  • Saludarle deseándole la paz cuando lo veas.
  • No hablarle de cosas que lo ofendan o lo entristezcan.
  • No estar reclamando por cada error que comete.
  • No tirar basura frente a su casa.
  • No bloquear su camino o su auto con tu auto.
  • Esconder sus faltas de los demás.
  • Proteger su casa en su ausencia.
  • Bajar la mirada y no estar mirando a sus hijas o esposa. A veces, al salir de un vehículo, la pierna de una mujer puede quedar expuesta y si uno no baja la mirada puede ver accidentalmente lo que se expuso de su cuerpo.
  • Tratar bien a sus hijos. La mayoría de los problemas con los vecinos se dan por peleas entre los niños, y algunas personas amonestan a los hijos de los vecinos como si fueran los suyos. Este no es su derecho, pues ellos mismos no hallarían apropiado que otros hagan esto con sus propios hijos.
  • Aconsejarle en la práctica de la religión. Si el vecino de uno no reza, es la obligación de uno y el derecho de su vecino, de animarlo a hacer buenas obras. Así también si alguien ve a su vecino cometiendo algo errado debe aclarárselo inmediatamente. Si el vecino no se enmienda es recomendable hablar con otros vecinos para ver cómo pueden ellos ayudar en el tema.
  • No espiarlo ni fisgonear. La habitación de un vecino puede estar tan cerca que una persona puede oírlo desde su propio dormitorio; en este caso, no se debe escuchar las cosas que sean audibles y que pueden ser asuntos privados entre el vecino y su esposa. Como problemas familiares, etc. Cuando esto suceda es mejor abandonar la habitación para no oír cosas que los vecinos no quieran que se oigan.
  • Hay que ser paciente ante sus ofensas.
  • No incomodarlo con televisores o radios con alto volumen o gritos. Incluso si se trata de la recitación del Corán, uno no debe incomodar con ella a su vecino.
  • Invitarlo a reuniones de bien o círculos de estudio.
  • Dar buena referencia de él si lo necesita, siempre y cuando merezca ser elogiado.
No acercarse a su esposa ni tratar de seducirla. Uno de los pecados más grandes es cometer adulterio con la mujer del vecino. El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Aquél cuyos vecinos no están a salvo de su maldad no entrará al Paraíso”. Cometer adulterio con la esposa del vecino es la peor maldad que se puede ocasionar como daño al vecino.
Qué vecino tiene la preferencia
‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, dijo: “Dije: Mensajero de Al-lah, tengo dos vecinas. ¿A cuál de ellas debo darle un obsequio? Él respondió: ‘A cualquiera de las dos cuya puerta esté más cerca de ti’. [Bujari] Cuando un musulmán no tiene recursos para darles presentes a todos sus vecinos y quiere darle un presente solo a uno de ellos, debe basarse en el principio establecido en este hadiz, El vecino más cercano tiene la precedencia. ‘A’ishah, que Al-lah Esté complacido con ella, preguntó esto al Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, porque su provisión se limitaba a un poco de agua y unos cuantos dátiles, y ellos vivían voluntariamente una vida dura y ascética. Por otro lado, como el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, había dicho que había que ser gentil con hasta cuarenta vecinos; entonces ella tuvo que preguntarle para asegurarse que era gentil con la vecina que más lo merecía.”
Pidiendo refugio a Al-lah de un vecino malvado
El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, solía pedir refugio a Al-lah contra los vecinos malvados. Él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “¡Al-lah! Me refugio en Ti contra un vecino malvado de entre los sedentarios, pues los beduinos nómadas están mudándose todo el tiempo”. [Hakim e Ibn Hibban] Los beduinos comúnmente no se establecen en un lugar por mucho tiempo, y por eso pedir refugio contra el vecino residente es más útil. Por ejemplo, si uno sale en un día de campo y una gente insoportable se sienta al lado, pues no importa cuánto tiempo tome, uno sabe que eventualmente se irán; pero si este fuera el caso de los vecinos fijos, pues entonces se hace una situación intolerable.
Un buen vecino es una fuente de alegría
El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Las causas de alegría son cuatro” Luego dijo, sallallahu ‘alayhi wa sallam: “Las causas de miseria son cuatro” y mencionó que una de ellas es “un mal vecino”. y luego mencionó que una de ellas es “un buen vecino”.
Aconsejando a Abu Hurairah
Abu Huraurah, que Al-lah Esté complacido con él, relató: “El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, me tomó de la mano y mencionó cinco cosas diciendo: ‘Aléjate de las cosas prohibidas y serás el siervo más devoto; conténtate con lo que Al-lah te Ha dado y serás el ser humano más rico; sé bueno con tu vecino y serás un verdadero creyente; desea para los demás lo que deseas para ti mismo y serás un verdadero musulmán; y no te rías mucho, pues mucha risa mata el corazón’”. [At-Tirmidhi y Ahmad]
Una causa de entrar en el infierno
Un hombre fue ante el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, y le dijo acerca de cierta mujer: “Ella hace muchos rezos voluntarios, gasta en caridad y ayuna voluntariamente, pero daña a sus vecinos”. Entonces, el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Ella está entre los moradores del Infierno” [Ahmad y Al Hakim]. Luego, el hombre mencionó a otra mujer y dijo: “Ella no hace rezos voluntarios ni gasta en caridad ni ayuna voluntariamente, pero es gentil con sus vecinos”; entonces, el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Ella está entre los moradores del Paraíso”.
Los vecinos se necesitan unos a otros

Una persona naturalmente necesita de sus vecinos, pues cualquier persona está sujeta a caer en una emergencia en la que necesite la ayuda de sus vecinos. Una vez, Abu Bakr, que Al-lah Esté complacido con él, vio a su hijo peleando con sus vecinos por una disputa y le dijo: “No pelees con este hombre, pues todos se alejarán de ti menos tu vecino, él siempre quedará”.

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