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Concluciones del documento firmado en Medina (Parte 2)

Concluciones del documento firmado en Medina (Parte 2)

 

  •  El territorio del Estado:
 
Se mencionó en el documento: “Y que Medina es inviolable para la gente de este documento” artículo (40). La aplicación práctica de la inviolabilidad es que no se cortan sus árboles ni se mata a sus aves, y si este es el juicio respecto a los árboles y a los pájaros, entonces ¿Cuál será con relación a los bienes y las almas?
Así pues, este documento determinó los fundamentos del Estado: una Ummah, un territorio que es Medina y una autoridad gobernante que juzga según lo revelado por Al-lah, Enaltecido Sea, y a la que se acude en casos de disputa.
 
Medina era el principio del territorio del Estado islámico, el punto de arranque y el centro del círculo con el que el territorio se amplió para poner fin a los disturbios y para que impere la paz y la seguridad pública.
 
 El  Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, envió a sus Compañeros, que Al-lah esté complacido con ellos, para establecer unas banderas a las fronteras del territorio sagrado de Medina en todas las esquinas y las fronteras de Medina por el Este y por el Oeste y en el monte de Zawr al Norte y el monte de ‘Air al Sur.
 
Luego, el territorio se amplió con la expansión de la conquista y con la entrada de los pueblos conquistados en el Islam hasta que abarcó un espacio muy amplio en la tierra, ,desde el Océano Atlántico por el Oeste y zonas amplias del Oeste y el Sur de Europa y zonas extensas del Oeste y el Sur de Asia, hasta China y Rusia por el Este y todo el Norte y el Centro de África.
 
El territorio del Estado está abierto sin límites geográficos ni políticos, pues, empieza desde la capital del Estado (Medina) y se amplia para incluir todo el mundo, debido a que Al-lah, el Altísimo, Dice (lo que se interpreta así en español): {Dijo Moisés a su pueblo: Implorad la ayuda de Al-lah y sed pacientes [ante esta prueba]. La Tierra es de Al-lah, y la Dará en herencia a quien Le plazca de Sus siervos, y el buen final [en esta vida y en la otra] es para los temerosos.} [Corán 7:128].
 
También el concepto de la Ummah es abierto y no es limitado a un solo grupo de gente, sino que incluye a toda la humanidad, si responde a la religión de Al-lah, Enaltecido sea, que lo Acepta para Sus criaturas y para los hijos de Adam “Adán”, la paz sea con él, estén donde estén.
 
 El Estado islámico es un Estado con un mensaje mundial, para cada individuo sobre la tierra.
 
  • Las libertades y los derechos humanos:
 
El estatuto indica con claridad la generosidad del Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, en formar sus elementos y en determinar las relaciones de las partes entre sí, pues sus elementos eran sólidos, comprehensivos y aptos para curar las heridas del pasado en Medina. Incluye unos principios y unas reglas que pueden lograr la justicia y la igualdad total entre los seres humanos y todos sus ciudadanos gozan, más allá de la raza, el idioma y la religión, de los derechos y las libertades.
 
El Dr. Muhammad Salim Al ‘Awa dice: “Y todavía se aplican los principios incluidos en la constitución, y supuestamente, perduran en los diferentes sistemas conocidos de gobierno hasta hoy en día... la gente los alcanzó unos siglos después de ser legislados en el primer estatuto político codificado por el Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam”.
 
Así pues, el documento declaró que las libertades serán garantizadas, como, la libertad de culto, la de la adoración y el derecho a la seguridad, etc. Por ejemplo vemos el texto que garantiza la libertad de culto: “Los musulmanes tienen su religión y los judíos tienen la suya” dice el estatuto.
 
Al-lah, el Altísimo, Dice (lo que se interpreta así en español): {No está permitido forzar a nadie a creer. La guía se ha diferenciado del desvío. Quien se aparte de Satanás y crea en Al-lah, se habrá aferrado al asidero más firme [el Islam], que nunca se romperá. Y Al-lah Es Omnioyente, Omnisciente.} [Corán 2:256].
 
El estatuto advirtió del castigo divino y la destrucción para quien se oponga a este principio o rompa esta regla. El estatuto decreta la práctica de la justicia y el principio de igualdad entre la gente.
 
Es una obligación del Estado islámico ser justo entre la gente, abrir los espacios y facilitar los caminos ante cada uno que pide su derecho para que pueda alcanzarlo de la manera más fácil y rápida sin costarle esfuerzo ni dinero, teniendo que impedir cualquier método que pueda obstaculizar que el beneficiario de un derecho lo pueda disfrutar.
 
El Islam obligó a los gobernantes a que apliquen la justicia entre la gente, pasando por alto sus idiomas o sus naciones o sus clases sociales, pues es justo entre los que disputan algo, juzga con la verdad y no le importa el hecho de que a quienes les perjudique el juicio sean amigos o enemigos, ricos o pobres, obreros o patrones. Al-lah, el Altísimo, Dice (lo que se interpreta así en español): {¡Oh, creyentes! Sed firmes con [los preceptos de] Al-lah, Dad testimonio con equidad, y que el rencor no os conduzca a obrar injustamente. Sed justos, porque de esta forma estaréis más cerca de ser piadosos. Y temed a Al-lah; Al-lah Está bien Informado de lo que hacéis.} [Corán 5: 8].
 
Y el significado de esto es: su odio hacia unas personas no les debe impulsar a ser injustos con ellas, y de eso también se deduce que el cariño que sientan por un pueblo no les debe inclinar a favorecerlos más de la cuenta.
 
Sobre el principio de la igualdad, los textos eran claros en el estatuto respecto a ello: “La garantía de Al-lah es la misma” y que los musulmanes “no se puede apoyar al ajeno que los agrede” y “unos apoyan a los otros” y el significado de la última frase que se apoyan en la prosperidad y la adversidad (Artículo 15).
 
Y el artículo (19) incluyó que “Y los musulmanes son iguales por su sangre derramada en el Camino de Al-lah”.
 
El principio de la igualdad se considera uno de los principios decretados por el Islam y compartidos con la humanidad, y es uno de los principios que participan en la construcción de la sociedad islámica, pues Al-lah, el Altísimo, Dice (lo que se interpreta así en español): {¡Oh, humanos! Os Hemos creado a partir de un hombre [Adán] y una mujer [Eva], y [de su descendencia] os congregamos en pueblos y tribus para que os conozcáis unos a otros. En verdad, el más honrado de vosotros ante Al-lah es el más piadoso. Ciertamente Al-lah Es Omnisciente y Está bien Informado de lo que hacéis.} [Corán 49:13].
 
Y el Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “¡Oh gente! Vuestro Dios es Uno, y vuestro padre es uno; así pues, no se prefiere un árabe a un extranjero ni un extranjero a un árabe, ni uno rojo a otro negro, ni uno negro a otro rojo sino por medio de la piedad. Lo he informado”  [Ahmad].
 
Este principio era uno de los principios importantes que atraía a muchos pueblos antiguamente hacia el Islam y era una de las fuentes de fuerza de los primeros musulmanes.
 
 
Y no se refiere aquí a la igualdad general entre toda la gente en todos los aspectos de la vida, tal y como algunos engañados proclaman y creen que esto es una justicia, pues la diferencia en los talentos, las habilidades y en los grados es uno de los objetivos de la creación, pero, se refiere a la igualdad promovida por la Shari‘ah islámica, una igualdad limitada a algunas esferas, y no es absoluta en todas las esferas.
 
Así pues, la igualdad viene en el trato de la gente ante la Shari‘ah, el poder judicial, todos los juicios islámicos y los derechos comunes sin diferenciación a causa del origen, el sexo, el color, la fortuna, el prestigio y todo eso.
 
El estatuto incluyó lo que el Estado necesita exactamente de sus elementos constitucionales y normativos y estableció la relación del individuo con el estado.
 
El Noble Corán descendió en Medina durante diez años, en los que se establecía para los musulmanes el modo de vida, estableciendo los principios de gobierno, las fuentes de la política, los estados de la sociedad, los veredictos de lo prohibido y de lo permitido y las bases del litigio, las bases de la justicia, las leyes del estado musulmán interior y exteriormente. Además, la Sunnah consolida todo eso, lo enfatiza y lo detalla claramente.
 
El estatuto puso líneas directrices en los mandatos constitucionales y se considera que se encuentra en la cumbre de los pactos que determinan la relación de los musulmanes con los incrédulos que viven con ellos, con mucha tolerancia, justicia e igualdad.
 
Específicamente, si se observa que es el primer estatuto islámico, se registra y se aplica a pueblos que eran, recientemente, y antes del Islam, esclavos del fanatismo tribal y no sienten su existencia sino a través de la fuerza, la conquista y de tomar los derechos de los demás y sus cosas.
 
Este documento incluyó muchos conceptos propios de una sofisticada civilización y lo que la gente conoce actualmente por “derechos humanos” ¿Pero acaso respetaron ambas partes firmantes sus artículos? Lo veremos más adelante.

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