En la infancia uno no se da cuenta de muchas cosas. Juegas por jugar, vives por curiosidad, disfrutas por disfrutar y sigues, muchas veces sin preguntar a tus mayores, lo que no tiene respuesta.
Desde muy pequeño estuve cerca de la cruz. Primero de la mano de mi familia, luego por mi cuenta en el coro de la iglesia. A los 7 años..
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